El gusto por los monovolúmenes familiares de gran capacidad y con un alto grado de modularidad va a más con el paso de los años, de ahí que las marcas que cuentan en sus respectivas gamas con vehículos comerciales se afanen en contar con variantes para el transporte de pasajeros en las que la funcionalidad esté por encima de cualquier otro parámetro.

Se podrá decir que son excesivamente voluminosos, y que ello va en contra de su maniobrabilidad y del consumo, razones que, a nuestro parecer, no son de peso para descartar la compra de un vehículo de sus características en caso de valorar su adquisición.

Grandes y funcionales

Para empezar, los fabricantes ofrecen configuraciones con diferentes longitudes, y si bien existen variantes de 5,30-5,40 metros de longitud, también las hay entre 4,90 y 5 metros, más o menos lo que mide un turismo de alta gama. Cierto es que su volumen es mucho mayor, lo que a la hora de moverse por las ciudades con agilidad puede resultar un ligero hándicap, pero hay que tener claro que el perfil del potencial comprador de estos vehículos responde a un padre de familia numerosa, que precisa de un “monovolumen” muy espacioso, que le permita viajar con total comodidad sin que el paso de los kilómetros se note en exceso, y en este sentido modelos como el Talento Combi o el SpaceTourer no tienen competencia posible.

También son variantes muy aprovechables como vehículos lanzadera para el traslado de personas entre, por ejemplo, hoteles y aeropuertos, de ahí que su valor sea doble en un mercado que cuenta con no pocos “inquilinos”.

Los dos modelos que presentamos hoy fueron dados a conocer durante el año 2016, si bien en cada uno de los casos se ha llegado al resultado final por diferentes caminos. En el caso de Citroën ha querido diferenciar su gama para pasajeros de la más profesional, de ahí que haya adoptado el nombre de SpaceTourer, mientras que Fiat Professional ha apostado por mantener el nombre de Talento y añadirle el sobrenombre de Combi.

Con todo, la terminación del modelo francés está mucho más cuidada, con unos tapizados y unos acabados específicos que le dan un aspecto más o menos lujoso. El SpaceTourer con el que contábamos era un 4,95 metros con tres filas de asientos en conformación 3-3-3, gracias a la adopción en la primera fila de una banqueta doble que, todo hay que decirlo, resulta algo estrecha para acoger a dos adultos, ya que el situado en el lado izquierdo irremediablemente topa su rodilla izquierda con el saliente de la palanca del cambio. Algo que también ocurre en el Talento, si bien en este caso el saliente que aloja la misma es menos protuberante, con lo que el espacio para las piernas es más holgado.

Luego, las plazas traseras son bastante cómodas en los dos modelos, tanto por anchura como por fondo. Pero lo mejor es que en los dos vehículos el interior se puede modular a nuestra conveniencia, si bien la SpaceTourer tiene algo más que ofrecer, ya que tanto la segunda como la tercera fila se pueden partir en 2/3-1/3. En cualquier caso, en los dos vehículos se pueden plegar e incluso retirar.

Con las nueve plazas, el modelo de Citroën cuenta con un maletero de 0,62 metros de longitud, ampliables a 1,49 metros retirando la segunda fila y a 2.41 metros haciendo lo propio con la segunda, lo que da lugar a un volumen máximo de 3.968 litros.

Por su parte, el Talento va un poco más allá teniendo en cuenta que se trataba de una variante de 5,39 metros de longitud, con un maletero de 1,17 metros que puede llegar a los 2,10 y los 2,85 metros, respectivamente, retirando la segunda y tercera filas, con un volumen interno máximo que supera ampliamente los 5 m3.

Por lo demás, el vehículo galo cuenta con una terminación más cuidada, ya que, por ejemplo, no se ve nada de chapa en ninguno de los laterales, lo que sí ocurre con el Talento, restándole ello “glamour” frente a su rival y algo vistosidad a un interior que está bien resuelto en ambos casos, gustos de diseño al margen.

En marcha     

Antes de ponernos en marcha, señalar que la posición al volante es bastante buena en los dos vehículos, si bien la visibilidad lateral es algo mejor en el modelo italiano, en tanto que dispone de retrovisores partidos en dos para controlar el ángulo muerto, lo que supone un plus a tener en cuenta.

No vamos a comparar motores entre sí, ya que el Talento montaba un EcoJet de 125 CV por un BlueHDi de 150 CV el SpaceTourer. Cierto es que los 25 CV de diferencia y los 50 de par motor a favor del modelo francés significa una mayor solvencia en caso de ir a plena carga, pero no podemos obviar que la presencia de un doble turbo en el motor del Fiat juega un papel preponderante en este sentido.

La puesta en marcha de la Citroën es algo más perezosa que en el Talento (en el que se nota la presencia de un turbo pequeño que trabaja a bajo régimen), si bien enseguida, a partir de las 2.000 vueltas, los dos motores ofrecen un buen caudal de potencia que no desaparece en un amplio margen del cuentavueltas. En los dos casos la presencia de cambios de relaciones de rápida respuesta (algo más suave de accionamiento el del SpaceTourer) garantizan una gran viveza a la hora de ganar agilidad y alcanzar velocidades de crucero.

Así, a 120 km/h en 6º, el cuentarrevoluciones del Talento anuncia 2.150 rpm por 2.300 rpm el modelo galo, quedando un amplio margen de fuerza en los dos vehículos en caso de necesitar un mayor empuje. Señalar que ambos “familiares” estaban matriculados como vehículos para el transporte de pasajeros (M1) y no profesionales (N1), con lo que la velocidad legal para los dos es la habitual en un turismo.

Con los vehículos cargados, tanto uno como otro responden bastante bien a nuestra demanda incluso en carreteras empinadas, pues siempre que no dejemos caer en demasía el régimen motor (por debajo de las 1.800 vueltas), los motores se muestran sobrados en su proceder. En este sentido, el segundo turbo del Talento, que trabaja a regímenes altos, compensa la menor potencia del propulsor, aunque siempre tendremos la opción de decantarnos por el motor de 145 CV, que implica un sobrecoste de 1.900 euros (eso sí, con un mayor equipamiento incluido).

Por lo que respecta al comportamiento, no podemos tener queja alguna de ninguno de los dos, ya que su proceder es bastante noble y siempre podremos mantener una excelente dinámica más allá de las lógicas inercias en vehículos de su volumen (sobre todo en los pasos por curva muy cerrados), aunque manteniendo una conducción tranquila el confort de marcha está asegurado.

En cuanto al consumo, ambos vehículos gastan más de lo que anuncian, siendo ligeramente superior en el SpaceTourer, pero por poco más de 0,2 litros de media (6,95 litros en el caso del modelo francés por 6,77 litros el italiano). Y es que la menor capacidad del motor del Talento (1,6 litros por 2,0 litros) y la presencia de la función ECO, compensa su mayor tamaño y, sobre todo, los casi 500 kilos de diferencia entre uno y otro.

Es por todo ello que resulta complicado hacer una elección. Dejando al margen el equipamiento de ambos (muy completo tanto desde el punto de vista de la seguridad como del confort), habrá que tener claro el presupuesto del que contamos, y atender a la política comercial de cada marca para decidir nuestra compra, además de reparar en las necesidades que tengamos.      

Ficha técnica Citroën SpaceTourer

Equipamiento (elementos principales y opciones)

PVP (Impuestos y promoción de la marca incluidos): 26.365 €

Ficha técnica Fiat Talento

Equipamiento

PVP (Impuestos y promoción de la marca incluidos financiado a través de la misma): 22.516