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Prueba Ford Transit Custom Van FT 290 2.2 TDCi Trend

Ford Transit Custom Van FT 290 2.2 TDCi Trend Ford Transit Custom Van FT 290 2.2 TDCi Trend Pruebas

La Transit Custom lo tiene todo para convertirse en uno de los furgones medios de referencia. Motores económicos, una gran funcionalidad, diseño moderno y atractivo y un equipamiento de primer orden.

Mucho, pero que mucho trabajo están teniendo los responsables de la división de vehículos comerciales de Ford en los últimos meses. A las ya conocidas variantes para pasajeros de la Custom se le ha sumado últimamente las configuraciones para el transporte de mercancías, y los modelos Courier –el benjamín de la familia, que entrará de lleno a competir con la Fiat Fiorino o la Peugeot Bipper- y Connect (Van of the Year 2014), que llegarán en la próxima primavera. Tan solo nos queda por conocer el buque insignia de la marca, la Transit, de la que ya conocemos algunos datos y hemos podido ver algunas imágenes, si bien habrá que esperar todavía varias semanas para verla en primera persona.

Familia bien avenida

Una gran familia que promete dar mucha guerra en el sector de los vehículos comerciales en base a una gama perfectamente estructurada –ahora sí- que ofrece todo tipo de configuraciones aptas para cualquier necesidad.

Un excelente representante de esta variabilidad de gama lo representa la nueva Custom Van, un comercial medio que se ofrece con dos longitudes (4,97 y 5,34 metros) para volúmenes útiles de hasta 6,8 m3.

Un vehículo que, antes de entrar a valorar cualquier premisa relacionada con su marcado carácter profesional, tenemos que decir que ya a simple vista resulta muy atractivo.  Por lo pronto, todo su diseño exterior sigue los cánones establecidos para el resto de la marca, turismos incluidos, con líneas redondeadas y simples que convergen en un frontal en el que sobresale su parrilla trapezoidal y unos faros de grandes dimensiones. El resultado, una imagen fresca que rezuma deportividad, elegancia y empaque al mismo tiempo.

La sorpresa llega al pasar al interior, ya que no parece que estemos delante de una furgoneta, salvo por la altura de la posición ante la marcha y por la anchura de la cabina. Una delineación muy de turismo que queda claro con el diseño de todo el frontal, con un panel central con mucha profusión de botones que, si bien parece abrumar al conductor con mucha información, rápidamente nos hacemos con su manejo. Además, toda la información que ofrecen las dos pantallas (la del navegador y la del ordenador de abordo) es clara y legible.

Puesto de conducción

Y todo ello con unos acabados muy elegantes y un perfecto ajuste de todos los materiales. Si además le sumamos que toda la cabina resulta realmente funcional, con huecos portaobjetos y guanteras repartidas por todo el interior, el resultado es un espacio de trabajo en el que el profesional se encontrará realmente cómodo en todo momento.

En este sentido, cabe destacar el enorme hueco que queda bajo la banqueta doble del lado del pasajero, a la que se accede levantando el asiento, y que resulta ideal para, por ejemplo, guardar una caja de herramientas.

En cuanto al puesto de conducción, sólo podemos alabar el resultado, en tanto que las posibilidades de ajuste de asiento y volante son múltiples. Por lo pronto, y al contrario que en la Transit, la columna de la dirección es ajustable en altura y profundidad, mientras que la banqueta principal presenta un recorrido longitudinal incrementado en 30 milímetros con respecto al furgón al que sustituye esta Custom, lo que en buena medida agradecerán los conductores más altos.

Interior de la Ford Transit Custom Van

También el asiento doble del pasajero presenta medidas muy generosas, con una anchura de 78 centímetros, lo que permite que dos personas viajen cómodamente y sin estrecheces. En nuestra unidad de pruebas, además, los tres ocupantes se benefician de la presencia calefacción en los asientos, algo muy de agradecer para esas frías mañanas de invierno en las que tanto cuesta entrar en calor.

Un equipamiento que en esta Custom es de primer orden. Además de los elementos más clásicos, incluía navegador, sensor de parking con cámara de visión trasera, control de arranque en pendiente, bluetooth, sistema de conectividad Ford Sync, avisador de cambio de carril y así un largo etcétera.

Ford Transit Custom Van

En marcha

Con todo, la variante que teníamos entre manos llegaba hasta los 6 m3 de volumen interno, con una capacidad de carga de 963 kilos. Destacar en este sentido la solución que presenta la Custom para incrementar sus posibilidades porteadoras. Se trata de una trampilla situada en la parte baja de la mampara separadora, justo en el lado derecho, que permite incrementar la longitud de carga desde los 2,48 hasta los 3,05 metros utilizando la parte baja del asiento doble del pasajero. Todo ello acompañado de una anchura de 1,57 metros (1,39 metros entre los pasos de rueda) y una altura interior de 1,39 metros.

Especialmente significativo, por no ser muy habitual, son los cuatro puntos de luz tipo LED repartidos por el techo de la caja de carga, que garantizan una mejor iluminación, y un recubrimiento del suelo, similar al de los pick up que facilita las labores de limpieza.

Motor

Ya en nuestro puesto, y con el vehículo convenientemente cargado con más o menos 300 kilos, comenzamos nuestro particular test. Para ello, contamos con el motor TDCi de 155 CV que ya tuvimos oportunidad  de probar en una unidad destinada para pasajeros. Nos hubiese gustado más pulsar las aptitudes del motor intermedio, de 125 CV, pues a buen seguro, conociendo los gustos del mercado español, será el que concentre la mayor parte de las ventas. En cualquier caso, seguro que tendremos oportunidad de hacerlo más adelante.

Sea como fuere, este propulsor es un dechado de facultades. Por lo pronto,  se trata de una mecánica con una pronta repuesta a nuestra demanda, pues a las poco más de 1.500 vueltas ya es capaz de mostrar todo lo que es capaz de dar de sí. Una fuerza que en ningún caso se "difumina" a medida que vamos ganando en agilidad, y que se mantiene bastante constante en un amplio margen del régimen de utilización gracias a un cambio (manual de seis relaciones) muy rápido en su respuesta y realmente preciso. Señalar en este sentido que las relaciones del cambio han sido optimizadas, siendo las marchas ahora más separadas y ajustando una relación final más larga, que se traduce en un trabajo más desahogado y menos forzado, lo que equivale a un menor consumo.

Como muestra, en sexta y a 120 km/h, la aguja del cuentavueltas apenas llega a las 2.000 rpm, particularidad que también tiene reflejo en la sonoridad percibida. Para ello, se ha trabajado también en la rigidez torsional de la plataforma, que se ha incrementado un 37% con respecto a la Transit original. Además se ha conseguido mejorar el aislamiento interior gracias un específico reglaje de los bujes de la suspensión y los montantes del motor, que se beneficia de una puesta a punto encaminada a asegurar un proceso de combustión más suave.

Interior de la Ford Transit Custom Van

En cuanto al comportamiento, la Custom es un verdadero "gentleman" del asfalto, tanto por su enérgica respuesta en cualquier situación –incluso a altas marchas es capaz de salvar desniveles con total suficiencia siempre que mantengamos un régimen por encima de las 1.800 vueltas- como a la hora de transmitir una gran sensación de confort y seguridad.

En este caso, y con el objetivo de llevar la mejor dinámica de conducción posible, en Ford han trabajado en vario puntos. Por lo pronto, el eje delantero se beneficia de un nuevo diseño del subchasis (un 50% más rígido), mientras que el trasero proporciona una flexibilidad lateral de los montantes. Si a ello le sumamos un sistema de las dirección con una curva de presión revisada para un mejor tacto con un menor esfuerzo el resultado es un devenir similar al de un turismo.

Asimismo, los muelles de la suspensión son más blandos (hasta un 30%), siendo su recorrido mayor, a lo que hay que añadir un nuevo sistema de montantes del motor tipo hydro y unos topes de los muelles rediseñados, traduciéndose todo ello en un mayor confort de marcha, una menor percepción de vibraciones en el interior y, en definitiva, una dinámica durante la conducción que se traduce en una percepción de seguridad y estabilidad realmente alta.

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Saúl Camero

Periodista con 18 años de experiencia en el sector el motor, es especialista en vehículos comerciales y todo lo relacionado con el mundo “furgonetero”: pruebas, contactos, comparativas, técnica, etc.

También cuenta con un amplio bagaje en el sector del transporte profesional y el asociacionismo como redactor de las revistas Transporte Profesional y Truck.

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