En este sentido, lo que está por llegar, para lo que habrá que esperar al segundo semestre del año que viene, se basará en una plataforma del fabricante francés, corriendo el diseño del mismo por parte de Fiat Professional.

Pero hasta que llegue ese momento, todavía podremos disfrutar de la Scudo durante unos meses. Bien es cierto que su imagen ha quedado un poco anticuada respecto a la de algunos de sus rivales, sobre todo a nivel interno, ya que exteriormente todavía tiene su tirón, pero no podemos obviar que resulta un vehículo que tiene mucho que decir  en el segmento en el que compite.

Gran habitabilidad

Para empezar, el habitáculo de la Scudo es bastante amplio, tanto como para que los ocho pasajeros que es capaz de dar cabida en su interior (en conformación 2-3-3) viajen cómodamente y sin ningún tipo de estrecheces. Los 3.122 milímetros de batalla de la configuración de carrocería larga se traduce en una gran habitabilidad, con lo que los grandes kilometrajes no representan problema alguno.

Además, el hecho de que la variante de nuestra prueba llegara a los 5,13 metros de longitud, equivale a un espacio para el maletero más que notable teniendo en cuenta las múltiples configuraciones que podemos completar gracias a la modularidad de los asientos traseros.

Así, con la segunda y tercera filas en perfecto orden de marcha, contamos con una superficie plana de algo más de 71 cm de fondo por 118 cm de ancho, lo que se traduce en una capacidad de 700 litros bajo la bandeja del cubremaletero por 1.200 litros a ras de techo. Luego, podemos plegar la banqueta posterior por partes (60:40%), por entero e incluso retirarla, de manera que la longitud máxima de carga llega hasta los 1.555 mm.  

Con todo, los ocupantes de las plazas traseras cuentan con toda una serie de comodidades que hace que su “estancia” sea más agradable. Por lo pronto, la visibilidad de la que disfrutan es la máxima posible. Para ello, la disposición de los asientos es tipo teatro, de manera que la segunda fila está elevada 7 cm respecto a la primera, mientras que la tercera lo está 3 cm en relación a la segunda. A todo ello, hay que sumarle las 6 salidas de aireación específicas repartidas por el techo con mandos de ventilación y temperatura exclusivos.

Otro de los grandes logros de la Fiat Scudo Panorama hace referencia a los múltiples huecos portaobjetos que se reparten por todo el interior del vehículo, con especial mención a la guantera refrigerada del lado del pasajero delantero y a los tres compartimentos localizados en el techo, por encima del parabrisas, los dos laterales con tapa. También en los paneles de las puertas delanteras y de la fila central se ubican sendos portaobjetos y portabotellas, mientras que en la zona posterior se ubican dos posavasos.

Por lo que respecta al puesto de conducción, nada que objetar en este sentido, en tanto que el asiento del conductor y del lado derecho se pueden regular longitudinal y lumbarmente, además de en inclinación. Si a ello le sumamos una parabrisas amplio y luminoso, de 1,68 m2, la disposición cara a la marcha es la mejor posible.

Motor sobrado

En esta oportunidad contábamos con la variante que montaba el motor más potente que incluye Fiat Professional para la Scudo, el 165 Multijet Power Euro 5 de 163 CV de potencia y 340 Nm de par.

Un propulsor que nos permite viajar rápido y con una gran agilidad independientemente de si vamos o no con todos los asientos ocupados y a plena carga. Cierto es que su puesta en escena no resulta muy contundente, ya que hasta algo más de las 1.800 rpm no notamos un gran empuje, pero sí que es verdad que a partir de aquí la mecánica “se suelta”, para, ayudada por la fiabilidad y respuesta del cambio, ganar en aceleración en pocos segundos.

Lo mejor de todo ello es que esta fuerza se mantiene casi invariable en un amplio margen del cuentavueltas, lo que resulta ideal a la hora de recuperar inercia en el momento que vamos a realizar un adelantamiento o cuando la carretera pica hacia arriba.

Con todo, podemos mantener altas velocidades de crucero sin el menor problema, ya que la 6ª marcha resulta muy directa. Así, con la velocidad más larga engranada el cuentavueltas marca 2.500 rpm. No es que sea el régimen más idóneo para llevar un consumo lo más ajustado posible, pero tampoco es que éste se dispare, pues a medias que se aproximan a 115 km/h (en autopista) el gasto se sitúa en los 7,8 litros.

En cuanto a la calidad de rodadura, es bastante alta. Sí que notamos en el interior una rumorosidad un poco más elevada de lo normal con el motor en frío y a bajo régimen, percepción que desaparece a medida que vamos “entrando en materia”.

Por lo demás, el guiado del vehículo apenas deja entrever desplazamientos laterales de la carrocería, gracias a unas suspensiones (algo blanda la trasera) que sujetan perfectamente al firme al vehículo, mientras que en carreteras bien asfaltados apenas se filtran irregularidades al interior. En este sentido, y ya a nivel seguridad, la Fiat Scudo viene perfectamente equipada, pues cuenta con todo lo imprescindible en esta materia: ABS, controles de tracción y estabilidad, repartidor electrónico de frenada, asistencia a la frenada de emergencia y airbags frontales y laterales.

Ficha técnica

Equipamiento

Serie: ABS, airbags frontales y laterales, aire acondicionado (climatizador bizona), asistente de arrancada en pendiente, cierre centralizado con mando, controles de tracción (ASR) y estabilidad (ESP), control de velocidad de crucero, elevalunas eléctricos, faros antiniebla, llantas de aleación de 16”, ordenador de abordo, puertas laterales eléctricas, retrovisores eléctricos calefactados y abatibles, sensores de parking, sensor de luz y lluvia, volante regulable en altura y profundidad.

Opcional: Airbag de cortina, lunas tintadas 2ª y 3ª fila + luneta trasera, navegador, suspensión neumática, USE BOX (Bluetooth + entrada USB).

PVP (con impuestos y sin descuentos incluidos): 40.262 €