Dejando a un lado las sinergias y acuerdos comerciales para el desarrollo conjunto de un vehículo concreto, práctica que cada vez va siendo más habitual con el claro objetivo de ahorrar costes, en Toyota no quieren dejar pasar la oportunidad de consolidarse en nuestro mercado (y en muchos otros) y ser una referencia en el nicho en el que está instalado el ProAce.

Claro que sus primeros competidores son precisamente las marcas con las que comparte algo más que la plataforma del vehículo, Citroën y Peugeot, con Jumpy y Expert, respectivamente, dos marcas afianzadas en nuestro país desde el punto de vista comercial.

En este sentido, el gusto del profesional por uno u otro fabricante puede llegar a ser un factor perentorio a la hora de decidirse por cualquiera de ellos, pero sin duda, tal y como suele ocurrir en estos casos, la política de descuentos en el precio final que puedan ofrecer se convertirá en el mayor reclamo a la hora de atraer al cliente potencial.

Excelente formato

Centrándonos en el vehículo en sí, el ProAce presume de un diseño moderno y atractivo con un frontal muy llamativo en el que destaca lo perfilado de sus faros y la posición alta de los mismos, con lo que no tendremos que preocuparnos en exceso de posibles golpes y arañados que nos pudieran dar.

En cuanto al habitáculo, todo está perfectamente resulto. La disposición de todos los elementos de control del vehículo en un plano superior del salpicadero facilita enormemente su manejo, de forma que no hay que apartar la vista en ningún momento de la carretera.

También la posición al volante está bien conseguida gracias a la posibilidad de regular volante y asiento en varios puntos. Además, la visibilidad frontal es bastante buena, si bien la lateral no lo es tanto, ya que no cuenta con retrovisores partidos en dos, con lo que no podemos controlar los ángulos muertos convenientemente.

Uno de los grandes logros el nuevo ProAce tiene que ver con su funcionalidad. Aparte de varias bandejas y guanteras para dejar todo tipo de objetos, en nuestro caso contábamos con una banqueta doble para el pasajero que “da mucho juego”. Por lo pronto, bajo el asiento se esconde un cofre de buen tamaño, mientras que el respaldo central se reclina para dar lugar a una práctica mesa de trabajo.

Pero sin duda, la mejor solución para incrementar la capacidad porteadora tiene nombre y apellidos: Smart Cargo. Así, abriendo la trampilla inferior de la mampara separadora y plegando el asiento lateral derecho hacia arriba, ganamos una longitud extra para la carga de 1,16 metros. Como quiera que nuestra unidad de prueba era la intermedia (de 4,95 metros), para un largo de la zona de carga de 2,51 metros, gracias a este recurso disponemos de un espacio de 3,67 metros, pasando el volumen interno de los 5,3 m3 a los 5,8m3, y todo ello con una carga útil de 1.127 kilos.

Recordar, en cualquier caso, que el ProAce también está disponible en otras dos longitudes, de 4,60 y 5,30 metros, cubriendo de este modo cualquier necesidad.

Comportamiento notable

En esta ocasión, Toyota puso a nuestra disposición una variante con motor 1.6 de 115 CV, si bien para las configuraciones furgón podemos elegir entre otros tres motores, un 95 CV de idéntica cilindrada, y un dos litros de 122 y 150 CV.

Con todo, y una vez en marcha, los 300 Nm se sienten en todo su esplendor a los pocos metros de comenzar nuestra andadura, siendo a partir de las 1.750 vueltas cuando notamos una mayor fuerza, de manera que en ningún momento tendremos la sensación de ir atrancados.

A partir de aquí, el propulsor va ganando en empaque con bastante solvencia gracias a un cambio rápido en su escalonamiento y su respuesta, lo que nos permite alcanzar una velocidad de crucero que nos garantiza llevar una marcha ágil sin que el motor vaya forzado en ningún momento. Y todo ello con la aguja del cuentavueltas situada a medio régimen, de manera que el consumo resulta muy contenido en todo tipo de escenario (apenas llega a los seis litros en recorrido interurbano), siempre claro está que llevemos una marcha tranquila y cumplamos con la legislación existente para este tipo de vehículos.

También responde la mecánica cuando se necesita de una mayor contundencia, por ejemplo, al acometer terrenos con desniveles importantes, no perdiendo en ningún momento la inercia propia de la marcha (incluso con la quinta velocidad engranada) siempre que nos mantengamos por encima de las 1.750 rpm.

En cuanto a su comportamiento, el ProAce no pasa por ser un vehículo nervioso en su devenir, más bien todo lo contrario. El hecho de contar con un sistema de suspensiones muy equilibrados, que integran muelles helicoidales y amortiguadores hidráulicos, hace que el devenir sea firme y seguro, sin que se produzcan balanceos de la carrocería muy acusados al paso por las curvas incluso más cerradas, más allá de lógico subviraje que presentan los furgones de determinados volúmenes. En líneas generales, nos podemos sentir seguros en cualquier circunstancia, con un confort más que notable. Además, apenas notamos el “traqueteo” de la marcha en el interior de la cabina, a lo que hay que sumarle una sonoridad bastante baja.

En ciudad, el devenir también es bueno, y a pesar de su longitud se desenvuelve con precisión a la hora de callejear. Un radio de giro de 11,3 metros y un voladizo delantero muy corto (de solo 885 mm) nos permite maniobrar sin el menor problema, ayudado también por la precisión de su dirección.

Destacar, por último, que el ProAce también se beneficia de un equipamiento de seguridad bastante completo, sobresaliendo el paquete Toyota Safety Sense, compuesto por avisador de cambio de carril, reconocimiento de señales de tráfico o sistema de frenado de emergencia con detección de peatones, entre otros dispositivos. A dicho “pack” se le puede sumar el Toyota Tration Select, sistema de control de tracción que se adapta a las circunstancias del firme.

Ficha técnica

 ACELERACIONES (con 300 kilos de carga)

RECUPERACIONES (con 300 kilos de carga)

 Equipamiento (elementos principales y opciones)

Precio: 17.950 € (con impuesto y promoción incluida)

El semáforo

 Despunta

• Rendimiento motor a medio régimen
• Consumos
• Soluciones para la carga

 Superable

• Visibilidad lateral
• Ubicación de algunos mandos
• Tacto de los plásticos