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Prueba de la furgoneta Ford Transit FT250S Van 2.2 TDCi

Ford Transit FT250S Van 2.2 TDCi

Los motores Euro 5 que Ford ha desarrollado para la Transit presumen de asegurar un consumo bastante contenido al mismo tiempo que ofrecen un óptimo rendimiento, y prueba de ello el propulsor de acceso a la gama, una sorprendente mecánica de 100 CV de potencia.


Y es que los propulsores de nueva generación de la marca del óvalo mejoran en todos los parámetros que podemos medir en un motor para calibrar su rendimiento, como son el consumo de combustible, la potencia o las aceleraciones y recuperaciones, sin olvidarnos claro está de las emisiones, verdadera esencia y razón de ser de los Euro 5.

 

Vista frontal de la Ford Transit

Un único bloque

El desarrollo de los mecanismos se ha aprovechado para optar por un único bloque de 2,2 litros de cilindrada a partir del cual se articulan varias escalas de potencia tanto para las variantes de tracción delantera como trasera. A partir de aquí, Ford apuesta por una serie de soluciones encaminadas a reducir los gastos operativos y a hacer de la Transit un vehículo ecológico donde los haya. La respuesta la tenemos con la gama ECOnetic, que entre otras cosas incluye el Start & Stop y en el llamado Smart Regenerative Charging, tecnología que incrementa la potencia del alternador cuando se frena o se acelera, de manera que la energía cinética se convierte en eléctrica, reduciéndose la resistencia del alternador sobre el motor al acelerar o en condiciones de crucero, ahorrando combustible.

Pero eso no es todo, en tanto que Ford propone otros sistemas para el ahorro de combustible, como el Advance Battery Management System, que monitoriza el estado de la carga de la batería de modo que en el momento que detecta que el nivel de la misma está por encima del 80% desconecta el alternador para reducir la exigencia sobre el motor, o el Variable Displacement Oil Pump, por el que la bomba de aceite únicamente entrega aceite al propulsor justo en el instante en que el propulsor lo requiere, con lo que funciona menos tiempo y a menor potencia, lo que se traduce en un menor consumo.

Interior de la Ford Transit

Lógicamente, todas estas soluciones vienen acompañadas de un desarrollo del bloque motor específico, que tiene su punto de partida en la inclusión de un sistema de inyección directa common rail de mayor presión, el cual recurre a unos inyectores piezoeléctricos de ocho agujeros y a un presión de 1.800 bares, 200 bares más que en los motores Euro 4. Se trata ésta de una configuración que permite una mayor atomización del combustible, yendo ello en beneficio del proceso de inyección, mucho más preciso, lo que se traduce en una mayor potencia y par.

En este sentido, ha resultado fundamental la reducción de la relación de compresión de 17,5 a 15,5, que ha permitido el montaje del sistema de inyección a mayor presión, así como de un nuevo turbocompresor de geometría variable que garantiza la mejora del par a bajas revoluciones.

Todo ello se ha complementado con un sistema de recirculación de gases de escape EGR optimizado y un filtro de partículas diesel DPF recubierto para un nivel de emisiones mucho menor, incluidas las de óxido de nitrógeno (NOx).

 

100 CV muy aprovechables

Con todo, la Transit está disponible con motores de 100, 125 y 140 CV de potencia para las variantes de tracción delantera y de 100, 125 y 155 CV para las configuraciones de tracción trasera, asociando todos ellos un cambio manual de seis relaciones muy preciso.

 

En nuestro caso, contábamos con la versión de acceso a la gama, un furgón de 2,5 toneladas de MMA -799 kilos de carga útil-, tracción a las ruedas anteriores y el propulsor de menor potencia, para un par máximo de 310 Nm -60 Nm más que el mecanismo equivalente al que sustituye- entre las 1.300 y las 2.100 rpm.

Cabina de la Ford Transit FT250S Van 2.2 TDCi

Cabe señalar que salvo detalles puntuales, la Transit 2012 no varía en absoluto en lo que respecta a su imagen conocida. Así, el interior sigue manteniendo las señas de identidad anteriores, como es la funcionalidad de su habitáculo, con varios huecos portaobjetos repartidos por toda la cabina, si bien también se echan en falta soluciones que tampoco estaban presentes en el modelo pasado, como la regulación del volante, lo que dificulta alcanzar la mejor posición al volante posible.

Sí que delata su nueva condición la presencia en el salpicadero del pulsador ECO, por el que se conecta y desconecta el Start & Stop y el limitador de velocidad, fijado a los 110 km/h.

Pasando a la acción, destacar que se trata de un motor que sorprende por su solvencia, cuyos números no hacen honor a un rendimiento que a nuestro juicio, está por encima a lo que, a priori cabría esperar. Y es que ya desde la zona baja de revoluciones la respuesta es bastante contundente para tratarse de un 100 CV. A las poco más de 1.500 vueltas ya notamos su declaración de intenciones, con un empuje más que aceptable que hará moverse a la Transit con prontitud incluso a plena carga, lo que se traducirá en una puesta en escena muy firme.

Además, esta fuerza se mantiene en su máximo apogeo en una amplia zona del cuentavueltas, hasta más allá de las 2.000 rpm, lo que unido a la respuesta del cambio, rápido y fiable, se traduce en una marcha ágil en todo momento sin que el motor vaya forzado.

Detalle Ford Transit

Consumo reducido

Además, el hecho de que la relación del cambio sea más larga, lo que se deja notar sobre todo cuando se circula con la sexta velocidad engranada, hace que el tránsito se haga de una manera suave y sin que se vea penado el consumo de combustible. Y todo ello con la aguja del cuentavueltas situado en unos regímenes intermedios, quedando todavía remanente para cuando sea preciso forzar la marcha. Baste decir, que en 6ª a 120 km/h apenas llegamos a las 2.000 rpm –hasta 250 rpm menos que en los Euro 4 equivalentes-, lo que da una idea de la elasticidad del propulsor.

Destacar asimismo que esta suavidad de funcionamiento también redunda en la sonoridad percibida en el interior. Y es que los niveles de ruido de motor, vibraciones y asperezas han mejorado al revisar los montantes tipo Hydro a lo que hay que añadir la nueva tapa acústica del motor que consigue una atenuación adicional de la rumorosidad.

Vista frontal de la Ford Transit

En líneas generales, el comportamiento de la Transit durante la marcha es bastante noble, y a este excelente devenir también contribuye unas suspensiones que filtran perfectamente las irregularidades del asfalto y que gracias a un calibrado muy conseguido hace que el balanceo de la carrocería se deje nota mínimamente, con lo que la confortabilidad durante la marcha está garantizada, tanto en carreteras abiertas como en tráfico urbano, en donde la precisión de la dirección y su excelente maniobrabilidad hacen el resto.

Señalar ya por último, que con la Transit Euro 5 podemos acceder a una equipamiento muy completo, destacando la presencia de de los controles de tracción y estabilidad como elementos de serie.

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Saúl Camero

Periodista con 18 años de experiencia en el sector el motor, es especialista en vehículos comerciales y todo lo relacionado con el mundo “furgonetero”: pruebas, contactos, comparativas, técnica, etc.

También cuenta con un amplio bagaje en el sector del transporte profesional y el asociacionismo como redactor de las revistas Transporte Profesional y Truck.

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