No es muy habitual encontrarnos por nuestras carreteras con grandes furgones de tracción integral, al contrario de lo que sucede en el norte y centro de Europa, donde los inviernos son muy duros y este tipo de solución es más aconsejable.

Ahora bien, para determinados escenarios y situaciones, sí que resultan opciones muy válidas, como puedan ser aquellas en las que la adherencia es más baja de lo habitual, como en pistas con tierra o en zonas embarradas. Pero también en zonas de obras, en carreteras asfaltadas en malas condiciones o si necesitamos salvar pendientes extremas esta posibilidad se hace más imperiosa.

Es por ello que, en determinadas regiones de España, como puedan ser las zonas más montañosas del norte de la península, un vehículo como el Crafter que presentamos puede resultar más que necesario.

Tracción conocida

Nos encontramos ante un furgón que integra el ya reconocido sistema de tracción a las cuatro ruedas que Volkswagen equipa en muchos de sus vehículos -incluidos los turismos del grupo- y que sobresale por su eficacia en todo tipo de terreno. 

A partir de un motor frontal montado transversalmente, el Crafter utiliza la técnica del embrague Haldex, que garantiza una distribución variable de la fuerza de propulsión entre los ejes delantero y trasero. Montado firmemente al propio eje posterior, en el proceso de desarrollo y construcción los técnicos de la marca tuvieron en cuenta que existieran suficientes recorridos para los resortes.

A todo esto, hay que sumarle un chasis robusto especialmente indicado para soportar la máxima carga sin el menor problema y sin que por ello se vea penado el confort de marcha, algo en lo que también tiene que ver una suspensión especialmente ajustada para ofrecer la mejor dinámica de conducción posible. Si además le sumamos una excelente seguridad activa y una estabilidad direccional inmejorable, estamos hablando de un furgón “todoterreno” capaz de transitar por todo tipo de vías con la mayor solvencia.

Ahora bien, el hecho de tener que ensamblar este tipo de sistema hace que la altura de carga sea 100 mm mayor que en el caso del Crafter con tracción delantera, de manera que el plano al suelo se sitúa en los 670 mm. Eso sí, tanto en la parte trasera como en el marco de la puerta lateral se disponen sendos asideros para acceder más fácilmente al interior de caja de carga.

Un compartimento que, en nuestro vehículo de prueba, contaba con un volumen efectivo de 9,9 m3, al que se llega mercede a unas cotas con una longitud de 3.450 milímetros, una altura de 1.726 milímetros y una anchura de 1.832 milímetros. En este caso, además, la carga útil es de 1.311 kilos.

Señalar, por otro lado, que el piso de la caja podemos encontrar hasta 14 para poder sujetar la carga firmemente, mientras que, en caso de ser necesario, podemos solicitar -con sobreprecio- guías de sujeción por las paredes, así como portaequipaje de techo.

Eficacia probada

Para nuestra prueba dispusimos de una unidad con el motor de dos litros de cilindrada con una entrega de potencia de 140 CV y un par máximo de 340 Nm, todo ello con una caja de cambio manual de seis relaciones.

Unos números que resultan más que suficientes para “tirar” de este furgón de 3,5 toneladas de MMA sin el menor problema y en cualquier tipo de escenario. Por lo pronto, su puesta en escena es bastante firme, y lo mejor de todo ello es que empuja desde bastante abajo y no pierde fuelle hasta más allá de las 2.500 rpm, lo que habla de la elasticidad de una mecánica capaz de hacer moverse en zonas escarpadas con suficiencia.

Es más, siempre que nos mantengamos por encima de las 1.750 vueltas contaremos con la suficiente fuerza para no tener la sensación de ir atrancados y no tener que tirar continuamente de palanca.

Pero lo mejor de esta unidad es su comportamiento más allá del asfalto y cuando las condiciones del piso no son las más idóneas. En este sentido, la sensación al circular por pistas de tierra en buen estado con el Crafter 4Motion es de una total seguridad, algo que, por ejemplo, agradecerán enormemente colectivos como el de guardas forestales o de protección civil.

También en el momento en que el firme se vuelve más impracticable -por barro, nieve, etc.-, el modelo alemán es capaz de salir airoso sin el menor problema. El hecho de que cuente con bloqueo de diferencial trasero supone una gran ayuda. Y es que dicha opción garantiza una unión rígida entre las ruedas del eje trasero, de forma que no puedan girar a diferente velocidad, con lo que en situaciones de mínima adherencia está asegurada la tracción.

Con todo, el devenir del Crafter 4Motion en todo tipo de escenarios es el mejor posible, teniendo siempre la sensación de marchar con una alta dosis de seguridad, que se completa con todas las ayudas electrónicas que incluye en su dotación tanto de serie como opcionalmente. 

Ficha técnica

Equipamiento (elementos principales y opciones)

Serie: ABS, airbag conductor, aire acondicionado, asistente para viento lateral, cierre centralizado con mando a distancia, car-Net App-Connect, control de crucero, control de arranque en pendiente, control estabilidad, elevalunas eléctricos, equipo de audio con Bluetooth y USB, faros antiniebla delanteros con luz de giro, luces de circulación diurna, ordenador de a bordo, start & stop.

Opcional: Airbag de pasajero (195 €), airbags laterales y de cabeza (890 €), alarma antirrobo (490 €), cámara marcha atrás (225 €), climatizador climatic (1.105 €), paquete asistencia conductor (Rear View, Front Assist, ACC, Lane Assist, Side Assist y Light Assist-3.385 €), parkPilot en zona delantera y trasera con protección lateral activa (870 €), sistema de navegación Discover Media (530 €).