Tal es así, que el Autogas se ha situado a la cabeza de ranking de combustibles alternativos en España gracias al crecimiento del 117% experimentado en los últimos cinco años.
Por lo que respecta al resto de Europa y del mundo, también es el combustible alternativo más consumido con 15 y 25 millones de vehículos, respectivamente, circulando por sus carreteras.
Destacar que el gas licuado del petróleo contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero y, en consecuencia, a la mejora de la calidad del aire urbano. Así, la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) alcanza un 70% respecto a los combustibles tradicionales, mientras que las de partículas en suspensión llegan al 99%. Del mismo modo, el Autogas disminuye las emisiones de CO2 hasta en un 16%, mientras que la contaminación acústica también se ve reducida en un 50%.