El cambio de generación le ha sentado muy bien a la Ford Transit. Y si ya en los 50 años de vida con los que cuenta, siempre que ha aparecido un nuevo modelo se ha convertido en uno de los furgones más “mediáticos” y comercializados del mundo –ahí están las más de siete millones de unidades vendidas-, con su nuevo formato Ford pretende seguir ganando protagonismo y consolidarse en el “podio” de este nicho de actividad en nuestro mercado.

Todo nuevo

Para ello, la marca fabricante de furgonetas, de origen norteamericano ha trabajado en el vehículo por completo, hasta el punto de que la nueva Ford Transit no recuerda en nada a su predecesora. En este sentido, Ford ha apostado por las líneas maestras utilizadas para el desarrollo del resto de la gama de comerciales (Courier, Connect y Custom), e incluso de los turismos de la marca.

Buena prueba de ello es el frontal, con una parrilla sobredimensionada en forma trapezoidal y unos faros de gran tamaño que se sitúan en un plano mayor del habitual –también los traseros- para salvaguardarlos de posibles golpes. Tanto los paragolpes anterior y posterior como la parte baja del lateral y los pasos de ruedas están protegidos con plástico duro de color negro para proteger la parte baja de la carrocería de todo tipo de roces y arañazos.

Por lo que respecta al habitáculo, nada recuerda a la Ford Transit sustituida. Ya notamos que el acceso al interior resulta más sencillo, en tanto que las puertas han crecido 13 centímetros.

Lo primero que advertimos al sentarnos en nuestro puesto, es que se ha optado por un diseño muy del estilo de los últimos modelos de Ford, con una gran consola central desde la que se manejan una gran parte de los dispositivos de control de los vehículos. Y aunque a primera vista tal profusión de pulsadores puede dar lugar al equívoco, no cuesta mucho acostumbrase a ellos. Otro tanto ocurre con el volante, desde el que se puede manejar el equipo de sonido, ordenador de a bordo y el control de velocidad de crucero. Eso sí, en este caso, cuesta un poco más acostumbrarse a ellos y en ocasiones debemos apartar la vista de la carretera para no equivocarnos de opción.

Más capacidad

La Transit con la que contamos partía de una carrocería de batalla larga (3,75 metros) para una longitud total de 5.98 metros y una altura de 2.54 metros, lo que da como resultado una zona de carga de 3,450 metros de largo, por 1,78 metros de ancho y 1,88 metros de alto, equivalente a 11,3 m3.

Por toda la caja de carga de disponen anillas de sujeción, mientras que las paredes laterales pueden ir revestidas hasta media altura o totalmente –como es nuestro caso- con un conglomerado de madera, solución que asegura un menor filtrado de ruidos procedentes de la carrocería en la cabina.

Además, ahora el compartimento de carga es más cuadrado, con lo que la Transit gana un metro cúbico de capacidad, incrementándose igualmente la carga útil hasta en un 11%. Como quiera que el volumen efectivo se ha optimizado, la carga de palets resulta más sencilla. En este sentido, el hecho de que el escalón trasero de acceso se haya integrado en el paragolpes, de manera que la altura al suelo se ha rebajado 20 centímetros, también facilita la entrada al interior.

Motor poderoso

Para nuestra prueba dispusimos de una unidad con el motor de 155 CV de potencia y 385 Nm, un propulsor que ya pudimos probar en la Ford Custom, y que se mostraba muy solvente. Claro está que no es lo mismo tener que mover los 2.300 kilos de la hermana pequeña de la Tranist (1.937 de tara más 350 de carga) que los casi 3.000 que prácticamente pesaba esta última una vez cargada.

Aun así, se trata de una mecánica muy solvente ya desde el mismo momento en que pisamos el acelerador, pues a partir de las 1.500 vueltas notamos bajo nuestro pie una gran fuerza que se mantiene constante hasta las 2.300 rpm, de manera que ganamos en agilidad de una forma rápida a pesar las tres toneladas de esta Ford Transit.

También los desarrollos del cambio de seis relaciones -cortos para las primeras velocidades y más largos para las dos últimas-, y la rapidez del mismo –aunque algo áspero en el tacto- tiene “parte de culpa” en que este furgón de gran formato no resulte nada perezoso, con lo que en pocos segundos es capaz de alcanzar una velocidad de crucero adecuada a las condiciones de la vía. Y todo ello sin que el motor tenga que trabajar más de lo necesario. Así, a 120 km/h con la 6ª marcha insertada, la aguja del cuentavueltas marca 2.250 vueltas, quedando todavía bastante margen para el caso de necesitar una mayor potencia, ya que es capaz de estirarse hasta cerca de las 3.500 revoluciones sin el menor problema.

Destacar en este sentido, que la sonoridad que percibimos en la cabina es bastante baja, una mejora que resulta más que evidente si comparamos las dos últimas generaciones del modelo estrella de Ford.

Comportamiento ejemplar

Adentrarse en carreteras secundarias, en las que el tránsito se vuelve más sinuoso y con continuas subidas y bajadas, es seguramente la mejor forma de comprobar todo lo que puede ofrecer un vehículo como la Furgoneta Ford Transit, tanto desde el punto de vista mecánico como dinámico. Y en este caso no podemos poner prácticamente ningún “pero”.  

Ya cuando la calzada “pica” hacia arriba, demuestra un gran carácter, hasta el punto de que es capaz de salir airoso incluso de cuestas pronunciadas sin necesidad de estar continuamente “tirando de palanca”, siempre y cuando no dejemos caer el régimen del motor por debajo de las 1.750 rpm.

Pero es que además, a la hora de enlazar curvas demuestra un gran aplomo, y salvo en determinadas circunstancias, como al negociar un cambio de dirección de forma agresiva, momento en el que podemos darnos algún susto al deslizarse la carrocería más de lo deseable, su comportamiento es ejemplar.

Como quiera que nos encontramos ante un vehículo comercial, que requiere una conducción profesional –o así debería ser-, no tendremos ningún problema en mantener la trazada sin que apenas advirtamos balanceos, sobre todo del eje trasero, teniendo en cuanta además que íbamos cargados con 700 kilos, lo que también ayuda a llevar una conducción segura.

Como valor añadido, la Furgoneta Ford Transit viene provista de múltiples ayudas electrónicas, como control electrónico de estabilidad que incluye control de curva, control adaptativo de carga, control de balanceo de remolque, control de estabilidad de vuelco, control de tracción, control de abanico de remolque o el asisten de arrancada en pendiente. A todo ello, hay que sumarle la posibilidad de contar con control de velocidad con alerta para prevenir un choque frontal, advertencia de cambio de carril, cámara de visión trasera o control de la presión de los neumáticos. A destacar por último un sistema de frenos muy mejorado respecto a su eficiencia en relación a la anterior Transit, pues ahora resultan mucho más enérgicos y firmes.

Ficha técnica

ACELERACIONES (en vacío)

RECUPERACIONES (en vacío)

Equipamiento (elementos principales y opciones)

PVP (con impuestos incluidos): 23.086 €

(c) Youtube Transporte TV :::: Fotos y Video Juan caraballo