El modelo alemán es un furgón de gran tamaño que ya es más que una realidad, teniendo en cuenta que desde hace algo más de un año se está fabricando en serie en la planta de MAN en Wrzesnia (Polonia).
Ahora bien, las primeras unidades en nuestro país no se entregarán hasta las primeras semanas de 2020, aunque el plazo de pedidos ya se abrió hace unos cuatro meses.
Dudas de los clientes
Así y todo, conviene tener presente que todavía existen muchas reticencias por parte de los potenciales clientes a la hora de comprar un vehículo de estas características. El precio de adquisición, la autonomía de las baterías, la escasa infraestructura existente hoy en día -aunque cada vez es mayor- y, sobre todo, los tiempos de recarga, son algunas de las barreras que habrá que ir superando poco a poco.
Pero fabricantes como MAN van dando solución a alguno de estos aspectos. Y una de ellas tiene que ver con la autonomía, que en el caso de la eTGE es de 173 kilómetros, lo que teniendo en cuenta que las estadísticas dicen que el 70% de los profesionales que hace distribución urbana apenas sobrepasan los 100 kilómetros de recorrido diario, parece un problema resuelto.
Luego, MAN propone tres modos de recarga. La primera de ellas, se realiza a través de corriente alterna con una toma convencional de 230 V, por la que se tarda unas 15 horas en alcanzar el 100% de su capacidad. La segunda se hace mediante una terminal de carga Walbox CA de 7,2 kW, siendo necesarias 5,5 horas para recargar las baterías hasta el total de su capacidad, mientras que la tercera es una carga rápida, de modo que utilizando una toma de corriente continua de 40 kW se alcanza el 80% de la capacidad de dichas baterías en apenas 45 minutos, lo que equivale a 140 kilómetros de autonomía.
Con un mantenimiento adecuado, una batería de 36 kWh sólo pierde un 15% de su capacidad después de aproximadamente 2.000 ciclos de carga. Además, se pueden sustituir por separado cada uno de los módulos, compuestos de seis o doce celdas. Las baterías de la eTGE disponen de una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros.
En cuanto al precio, no tenemos conocimiento de la tarifa de MAN, pero suele ser entre un 20 y un 30% mayor que en el caso de una variante con motor de combustión. En cualquier caso, dependiendo de los kilómetros que hagamos, en un plazo aproximado de poco más de dos años se puede amortizar el desembolso, y eso sin contar con posibles ayudas a la adquisición.
Formato XL
Para nuestra prueba, contábamos con un furgón de 5,98 metros, con una distancia entre ejes de 3,64 metros y una altura de 2,59 metros, lo que da lugar a un compartimento de 3,45 metros de largo por 1,83 metros de ancho -1,38 metros entre los pasos de rueda- y 1,86 metros de alto, es decir, 10 centímetros menos que la variante estándar, por aquello de que las baterías se sitúan bajo el piso de carga, todo lo cual, el volumen interior es de 10,7 m3 por los 11,3 m3 de la versión ‘normal’. En cuanto a la carga útil, teniendo en cuenta que la configuración con baterías da en báscula 2.502 kilos, llega a los 998 kilos, 300 kilos menos que la TGE.
Eso sí, es posible homologar la furgoneta a 4.050 kilos en virtud de una normativa que permite incrementar su peso máximo considerando el sobrepeso que comportan las propias baterías -bajo el suelo de la zona de carga se localizan los acumuladores de ion-litio, compuestos por 264 celdas para una capacidad de 35,6 kWh-, de manera que la carga efectiva puede llegar a superar los 1.500 kilos.
Por lo demás, la cabina es idéntica en ambas versiones, por lo que nos beneficiamos de una gran habitabilidad, una funcionalidad más que probada, además de una posición al volante de las mejores de su categoría. Conviene destacar que desde la pantalla táctil se puede visionar y analizar todos los datos relativos a la marcha del vehículo, del flujo de energía o de la recuperación de la misma durante las frenadas.
En marcha
En el momento de girar la llave para encender el motor, la respuesta es el silencio absoluto, hasta el punto de que únicamente sabremos que la furgoneta está lista para iniciar la marcha gracias a una ‘llamada’ en el cuadro de relojes.
La mecánica que asocia la eTGE es un bloque síncrono trifásico con una entrega de potencia de 136 CV (100 kW) y un par motor de 290 Nm que se alcanza desde el mismo momento que nos ponemos en funcionamiento al contar con una caja de cambios con una única marcha, totalmente directa.
Este modo de propulsión, incluso yendo cargados convenientemente -el lastre era de 500 kilos para 3.082 kilos de peso total-, es capaz de hacer moverse al vehículo con total soltura desde los primeros metros, habida cuenta de que el máximo empuje ya está presente nada más pisar el acelerador.
Esta particularidad nos garantiza tener una arrancadas firmes y seguras en cualquier tipo de circunstancia, ya sea tras abrirse un semáforo o incluso en una cuesta. También a la hora de realizar cualquier tipo de incorporación a una vía la respuesta del motor es poderosa, no dando la sensación de ir atrancados en ningún instante.
Lo mejor de todo ello es que esta sensación de fuerza no desaparece a medida que vamos ganando celeridad, en tanto que se trata de una aceleración completamente lineal, con lo que alcanzamos la velocidad máxima de 90 km/h -está restringida de fábrica-, en pocos segundos.
Y todo lo hace en el más absoluto de los silencios, con una calidad de rodadura fuera de toda duda, considerando además que el tarado de las suspensiones nos garantiza un gran confort de marcha. También ayuda a todo ello la dirección electromecánica que monta, extremadamente precisa, particularidad que juega un papel fundamental no solo al circular por recorridos extraurbano, sino también cuando lo hacemos por las arterias de ciudad, en donde la maniobrabilidad de la eTGE resulta excelente.
No podemos obviar el poder de retención del propulsor cuanto levantamos el pie del acelerador, de forma que en múltiples situaciones ni siquiera tenemos que tocar el pedal del freno, lo que además se traduce en una regeneración que implica que la autonomía del vehículo no se resienta, viniendo ello muy bien teniendo en cuenta que simplemente el hecho de llevar conectado el aire acondicionado implica un ‘gasto extra’.
En resumidas cuentas, la MAN eTGE es un furgón muy capacitado para un tipo de transporte que se está imponiendo en las grandes ciudades y que a muy corto plazo precisará de este tipo de vehículo como herramienta fundamental en la búsqueda de una movilidad cada vez más sostenible.
Ficha técnica
Motor |
MAN |
Tipo |
Síncrono de excitación permanente |
Potencia máxima |
150 CV (100 kW) |
Par máximo |
290 Nm |
En número de revoluciones (rpm) |
3.300 |
TRANSMISIÓN |
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Tipo |
Caja reductora 1 velocidad |
Tracción |
Delantera |
BATERÍAS |
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Tipo |
Ión-Litio |
Capacidad |
35,8 kWh |
Recarga |
AC 7,2 kW 5:20 h DC 40 kW 00:45 (0-80%) 230 V convencional (15:30 h) |
Cargador |
On-board (AC) de 7,1 kW |
DIRECCIÓN |
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Tipo |
Asistida de accionamiento electromecánico |
SUSPENSIÓN |
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Delantera |
Eje con brazos telescópicos McPherson |
Trasera |
Eje rígido con ballestas |
FRENOS |
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Tipo |
Discos ventilados delanteros y traseros |
Neumáticos |
235/65 R16 |
SEGURIDAD |
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Sistemas de asistencia |
EBA, ESP, ASR, ABS, LGS, cámara trasera, asistente protección lateral |
PESOS |
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Tara (kgs.) |
2.502 |
MMA (kgs.) |
3.500 |
Carga útil (kgs.) |
998 |