El Fullback de Fiat lleva un tiempo en el mercado, si bien hasta ahora no habíamos tenido oportunidad de probarlo y, la verdad, hemos quedado gratamente sorprendidos por las aptitudes de este pick-up, si bien hay que constatar que el desarrollo de este vehículo no es propio, sino que llega como parte del acuerdo con Mitsubishi, de ahí que recuerde al L200.

Diseño atractivo del Fiat Fullback

Con todo, los responsables de Fiat Professional le han dado un “toque” personal al Fullback, que se acentúa en la variante Cross, sin duda la más equipada de la serie.

Así, exteriormente sobresale por un frontal con clara apariencia deportiva, además de por incluir un buen número de elementos con acabado en negro mate, como parrilla, espejos retrovisores, manillas de las puertas, pasos de rueda, llantas de aleación de 17”, barras de la caja posterior y estriberas laterales.

Por lo que respecta al habitáculo, apuesta por una terminación especial en el que destacan los asientos -el del conductor se puede regular eléctricamente- y el volante forrados en piel. 

En la consola central se localiza la pantalla táctil de 7”, desde la que se puede manejar el sistema multimedia, que incluye el navegador, el teléfono manos libres, el equipo de sonido o la cámara de visión trasera.

Ya las plazas posteriores presentan unas medidas generosas, hasta el punto de que el espacio para las piernas es suficiente, así como la altura al techo, de manera que se viaja cómodamente cuando se trata de hacer muchos kilómetros.

En cuanto a la caja de carga, presenta unas cotas de 1.520 mm de largo, por 1.470 mm de ancho y una altura de 475 cm, lo que da lugar a una superficie de 2,23 m². Así, la carga máxima sobrepasa los 1.000 kilos, mientras que puede remolcar hasta 3.100 kilos.

Motor de gran rendimiento

El Fullback Cross monta un motor de 2,4 litros de cilindrada que entrega 181 CV para un par máximo de 430 Nm a partir de 430 Nm. Un propulsor que asocia a una caja de cambios manual de seis relaciones bien escalonada -el tacto, sin embargo, no es el mejor-, si bien, como opción, está disponible una automática de cinco marchas con levas en el volante. A todo ello hay que sumarle un sistema de tracción muy eficiente que nos permite afrontar cualquier obstáculo con total las garantías.

Una vez en nuestro puesto -es fácil encontrar una buena posición gracias a la mencionada regulación eléctrica del asiento y del volante en altura y profundidad-, damos al contacto y lo primero que advertimos es una alta sonoridad en frío, algo que no nos debe preocupar mucho, ya que el motor enseguida alcanza temperatura y las vibraciones iniciales a ralentí desaparecen.

La respuesta del propulsor no es muy contundente a bajo régimen, si bien en cuanto sobrepasamos las 2.000 vueltas todo el caudal de energía se muestra vehementemente, y los 430 Nm de par proyectan al Fullback con determinación.

Siempre que mantengamos la aguja del cuentavueltas en la zona media de funcionamiento, podremos sacarle un gran partido al modelo italiano. Así, en autovías podemos circular a 120 km/h sin ningún problema incluso convenientemente cargado sin que notemos falta de fuerza en ningún momento. Con todo, la sensación es de ir sobrados, con un cuentavueltas que anuncia 2.000 vueltas y es capaz de estirarse hasta las 3.500 vueltas sin ningún tipo de problema.

El comportamiento en asfalto del Fiat Fullback es bastante bueno, fruto a un tarado de las suspensiones correcto. Eso sí, el eje trasero, al ser de ballestas, rebota algo -lógico en este tipo de vehículos-, sobre todo si circulamos en vacío.

Un ‘todoterreno’ más que apto

Pero es fuera del asfalto donde sacamos un mayor partido al Fullback. Como comentábamos, cuenta con un sistema de tracción muy eficaz, considerando que podemos elegir entre cuatro modos diferentes, lo que nos permite afrontar multitud de terrenos con garantías, incluidos los más rotos.

A través de la rueda central podemos pasar de la tracción trasera a la integral con un diferencial central Torsen que distribuye automáticamente el par entre los ejes delantero y trasero, dependiendo de las necesidades de tracción. El diferencial central, por su parte, se puede bloquear para un uso todoterreno.

Con todo, en pistas de tierra el Fullback se mueve con total soltura, y cuando nos adentramos por caminos más complicados siempre disponemos de la posibilidad de conectar la reductora e incluso bloquear no ya sólo el diferencial central aludido, sino también el trasero, de forma que este pick-up es capaz de sortear grandes obstáculos sin el menor problema.

Si a ello le sumamos el recorrido de las suspensiones y la buena altura libre al suelo (20,5 cm), resulta que nos encontramos ante un off road capacitado más que de sobra para transitar por los terrenos más difíciles. Lo único a destacar es que vendría bien un poco más de “bajos” en el motor, sobre todo en circunstancias en las que el piso está muy quebrado y vamos a plena carga.

En líneas generales, podemos decir que el Fullback es un buen pick-up y si bien no tiene el nombre de “otros”, está perfectamente capacitado para dar un gran rendimiento, ya sea en asfalto como fuera de él. Y es que el modelo italiano nunca nos dejará “tirados”.

Ficha técnica

 Capacidad off road

Equipamiento de serie:

ABS con EBD, airbags frontales de conductor y pasajero, airbags laterales y de rodilla, aire acondicionado delantero y trasero, asientos calefactables con ajuste eléctrico y de piel, asistente de estabilidad para remolque, aviso de salida de carril, bluetooth y puerto USB, cierre centralizado con mando, climatizador automático bizona, control de crucero con limitador de velocidad, EBA (asistencia a la frenada de emergencia), ESC (control de estabilidad con Hill Holder), elevalunas eléctricos, faros antiniebla, faros bixenón, luces diurnas LED, llantas de aleación de 16”, navegador con pantalla táctil de 7”, sensor de luz y lluvia, volante de piel multifunción ajustable en altura y profundidad.