Si a todo ello le sumamos un equipamiento de lujo y unas posibilidades todoterreno que para sí quisieran muchos 4x4, nos encontramos ante un pick-up que hará las delicias de quienes apuesten por su compra. Eso sí, previo pago de 46.000 euros (precio oficial sin descuentos de la marca).

En realidad, en lo único que difiere el Amarok Canyon del resto de la gama es en su “vestimenta especial”. Comenzando por su llamativo color, naranja cobrizo, que le hace llamar la atención allá por donde pasa. También sobresalen los faros traseros oscurecidos, la barra antiempotramiento de diseño del color de la carrocería y los pasos de rueda de color negro. Los tubos de las estriberas, la barra de embellecimiento y el parachoques trasero también son negros, dando a todo el conjunto una combinación cromática realmente atractiva. Una estética que se puede mejorar añadiendo el soporte del techo con cuatro faros adicionales.

En cuanto a la zona de carga, las dimensiones son más que generosas, con una superficie total de 2,52 m2, a los que se llega gracias a una longitud de 1.555 milímetros, por una anchura de 1.620 milímetros, con un paso de ruedas de 1.222 milímetros, lo que permite cargar transversalmente europalets de 1,2 x 0,8 metros.

Para llevarlo todo a resguardo, el Volkswagen Amarok Canyon está disponible con varias capotas o con una cubierta retráctil de color negro.   

A nivel interno, la exclusividad es, igualmente, la nota predominante. Por ejemplo, la consola central presenta un color cromo mate, mientras que los asientos de piel están ribeteados por costuras naranjas, al igual que el volante multifunción, la palanca del cambio y los biseles de las salidas de aireación.

En cuanto al equipamiento, nada le falta al pick-up alemán, ya sea tanto a nivel de seguridad (ABS, controles de tracción y estabilidad, estabilizador de remolque, bloqueo de diferencial trasero, etc.) como de ayuda a la conducción o de confort de marcha, incluyendo navegador con pantalla táctil y cámara de visión trasera.

Todo un carácter

Para nuestra toma de contacto, como decíamos al principio, contábamos con la variante más potente (180 CV), si bien el Amarok también se ofrece con la mecánica de dos litros y 140 CV. Un motor todo carácter, que demuestra un gran empuje ya desde el mismo momento en que iniciamos la marcha (los 420 Nm de par se hacen muy presentes ya a bajo régimen), lo que sumado al cambio DSG de doble embrague, nos permite ganar aceleración e inercia de una forma rápida y sin que apenas se noten los típicos saltos de potencia al ir subiendo de marchas. Además, dependiendo de la necesidad (por ejemplo, ante un adelantamiento), basta con presionar el acelerador para que el sistema reconozca una mayor demanda de fuerza y suba dos relaciones, e incluso tres, de forma inmediata.

Con todo, si transitamos por carreteras de gran capacidad, el motor trabaja muy desahogado en cualquier circunstancia. Como muestra, a 120 km/h con la 8ª engranada la aguja del cuentavueltas marca unas irrisorias 1.950 rpm, quedando un gran margen de respuesta si es preciso.

Pero es sin duda al dejar atrás el asfalto cuando el Amarok Canyon da lo mejor de sí. Volkswagen ofrece la opción de decantarnos por dos tipos de tracción, integral o conectable, apostando nuestra unidad de pruebas por la primera posibilidad, elección mucho más equilibrada si vamos a utilizar nuestro pick-up en un ciclo mixto. Eso sí, para circular por autopistas, mejor no calzar los neumáticos AT (All Terrain) que montaba nuestro vehículo, ya que el confort no va a ser el mismo y el consumo se resentirá más de lo deseable.

En este caso, el Volkswagen Amarok Canyon ofrece un mayor grado de confort al montar un diferencial Torsen que distribuye la fuerza de propulsión entre el eje delantero y trasero en una proporción 40:60, de forma que la dinámica de conducción siempre es la mejor posible.

Adicionalmente, el modelo alemán monta bloqueo de diferencial trasero (activable mediante un pulsador situado junto a la palanca del cambio), para el caso de adentrarnos por terrenos más “pantanosos”.

Destacar que el comportamiento del Amarok Canyon es excepcional sobre pistas de tierra e incluso de barro, en las que tracciona sin el menor problema y supera todo tipo de obstáculos como si no fuera con él. Además es capaz de superar desniveles de hasta 45º con total suficiencia.

Especial significación tiene la “Función off-Road” con asistente para el descenso en pendientes, efectiva por debajo de los 30 km/h, y que nos permitía bajar rampas con toda seguridad gracias a una ayuda electrónica que realiza intervenciones selectivas del freno en función de la necesidad.   

 Capacidad off-road

• Pendiente máxima afrontable: 45º
• Ángulo de salida: 23,6º
• Ángulo de ataque: 23º
• Inclinación lateral-izquierda: 49,7º
• Inclinación leteral-derecha: 50,8º

Ficha técnica

Equipamiento (elementos principales y opciones)

Precio (PVP con impuestos y sin descuentos): 46.087 €