El hecho de que el Gobierno esté en funciones, que la Dirección General de Tráfico (DGT) no cuente a día de hoy con un responsable máximo y que en el Congreso se encuentren paralizados los trabajos de las Comisiones, no es la mejor noticia cuando las víctimas mortales van en aumento, y ello sin que se adopten estrategias y compromisos desde las más altas instituciones, en donde sus responsables deben trabajar ya en la puesta en marcha de planes y medidas que hagan revertir esta situación.
El verano finaliza con más accidentes de tráfico y más muertos en carretera. El balance provisional de la DGT, a 1 de septiembre, es de 253 fallecidos desde el 1 de julio, lo que supone un incremento del 12% respecto a 2015. Estos datos confirman la tendencia observada en la evolución de la siniestralidad, ya que de los últimos ocho meses ha aumentado la mortalidad, y en algún caso, como el de marzo, hasta en un 25% respecto a marzo de 2015.
Lo más preocupante es que del paquete de 150 medidas firmadas por dos partidos políticos ninguna hace referencia a la Seguridad Vial. Con todo, se ha perdido una buena oportunidad para situar el problema de la siniestralidad, entre otras prioridades, en la agenda política. Porque si algo se ha demostrado en los últimos años es que, si la Seguridad Vial es un compromiso social, si está en los medios de comunicación y si se busca consenso y coordinación reducirá miles de tragedias en nuestras calles y carreteras.
Desde el RACE han propuesto hasta 10 medidas que consideran prioritarias para mejorar el tráfico y promover una circulación más segura.
- Recuperar la inversión en infraestructuras.
- Promover el uso de las vías más seguras.
- Creación de un Plan Urbano de prevención de accidentes.
- Ampliación del Plan PIVE, incluyendo el vehículo seminuevo.
- Reducción del IVA en seguridad y mantenimiento.
- Educación Vial y seguridad en los trayectos escolares.
- Plan urgente para combatir la accidentalidad de los usuarios vulnerables.
- Aumento de las campañas divulgativas con la sociedad civil.
- La formación como eje para hacer conductores más seguros.
- La Seguridad Vial como una cuestión de Estado: Pacto Social.