La primera configuración se refiere a un volquete trilateral cuya superficie de carga y sobrechasis están fabricados con acero de alta resistencia. Además, dicha superficie puede bascularse hacia atrás o hacia los laterales mediante la preselección manual del punto de rotación. Los laterales de aluminio tienen una altura de 400 mm y están provistos con elementos de cierre que se pueden intercambiar con rapidez. Por su parte, el portón trasero se desengancha de forma automática durante la basculación.
De otro lado, los elementos deslizantes y las guías interiores son autolubricantes, de manera que presentan un bajo desgaste y una gran durabilidad. Asimismo, y con el fin de proteger y asegurar los objetos de mayor longitud y las cargas más pesadas, se utiliza un portabarras y una pieza adicional en la pared frontal con orificios de amarre reforzados. Opcionalmente es posible incorporar un portabarras trasero.
El pistón cromado y bruñido del sistema hidráulico garantiza la máxima resistencia al desgaste y a las condiciones climatológicas adversas. La manipulación se realiza de forma analógica a través de un cuadro de botones con un cable en espiral. La carrocería se completa mediante una caja de herramientas de PVC con un sistema de cierre por gravedad.
Partiendo de un furgón cerrado con distancia corta entre ejes y techo de altura media, la TGE propone un innovador concepto de fijación de la mercancía, en lo que significa la segunda implementación que se podrá ver en Hanover.
El compartimento de carga, de 11,3 m3, incluye una ampliación muy funcional para la carga. Así, en el lado izquierdo del mismo se localiza una estantería fabricada con material compuesto de fibras de alta calidad. Dicho estante ofrece una capacidad de carga de 120 kilos, pudiéndose plegar en caso de no necesitarse. Por su parte, el lateral derecho está provisto de rieles de amarre para fijar una carga voluminosa en muy poco tiempo. Además, por toda la superficie del suelo se localizan ojales de anclaje integrados para la sujeción de las cintas de amarre y los tensores.
Por último, y sobre la base de una furgoneta acristalada de seis metros de longitud, se articula un vehículo de asistencia con un equipamiento para los trabajos externos muy completo. En el compartimento interior transitable, sobre un suelo de madera contrachapada de nueve capas, antideslizante y recubierto con una capa de resina sintética, hay un pequeño taller que, junto con los cajones, las baldas abatibles, los compartimentos y los tableros de trabajo, ofrece una superficie útil de trabajo de unos 3,4 m2. Equipado con una rampa de acceso plegable que soporta 450 kilos y un tablero de trabajo con un tornillo de banco giratorio, se ha concebido especialmente para el motociclismo de competición. El equipamiento lo completan numerosos compartimentos con cajas para piezas, bandejas portaobjetos y soportes especializados, así como compartimentos de suelo abiertos y cerrados con diferentes sistemas destinados al aseguramiento de la carga. En definitiva, un auténtico taller móvil, que pesa únicamente 320 kilos, lo que no penaliza la ya elevada carga útil del MAN TGE.