Dicha petición llega como consecuencia del anuncio realizado por el consistorio sobre la nueva zona de restricciones al tráfico denominada Madrid Central (la cual ocupa 480 hectáreas), que entrará en funcionamiento el 23 de noviembre (día del Black Friday). En concreto, estas prohibiciones afectarán a los barrios de Ópera, Noviciado, Embajadores, Las Letras, Cortes, La Latina, Sol, Gran Vía y Justicia.
Con todo, la patronal de la paquetería argumenta su petición indicando que el Black Friday es el día del año en que más compras online se producen en España y, por tanto, con más actividad en el reparto. “Activar las restricciones ese día, teniendo en cuenta que es una iniciativa totalmente nueva y que afecta a un área muy amplia de la ciudad, provocará un aumento de los atascos y momentos de caos circulatorio”, han argumentado desde la organización.
UNO advierte que cuando Madrid Central se active habrá muchos vehículos que, en función de su etiquetado DGT, no podrán circular por el centro y no todos estarán al tanto de la nueva restricción. Dicha situación, afectaría directamente a las entregas de los paquetes del Black Friday, tanto ese día como en los posteriores.
El año pasado, durante la semana del Black Friday se repartieron más de dos millones de paquetes diarios, más del doble que un día normal.
La patronal de la logística ya ha remitido una carta al Ayuntamiento de Madrid, tanto al área de Medio Ambiente como a la de Movilidad, para solicitar retrasar la entrada en funcionamiento de Madrid Central a una época valle para las entregas de paquetes a domicilio. Además, UNO solicita que, cuando se ponga en marcha la medida, las zonas afectadas ya dispongan de un sistema automático de control de accesos para limitar el posible caos que se genere.