La primera en aparecer fue la novedosa y espectacular Transit Custom, en el año 2012, que fue premiada justamente con el "Van of the Year 2013"; a continuación los hizo la nueva Transit Connect, que, para no ser menos, fue galardonada con el "Van of the Year 2014".
Después vio la luz la flamante Transit, el vehículo comercial por excelencia de Ford, que da nombre a la familia al completo de comerciales de la marca del óvalo y que lleva casi cinco décadas comercializándose. Finalmente, hace acto de presencia, la Transit Courier, que viene a cubrir el vacío que la marca de origen estadounidense tenía en el segmento de los derivados compactos.
Un fuerte competidor
Un nicho que supone un 4,2% del volumen total del mercado de comerciales en nuestro país y que hasta ahora estaba ocupado únicamente por tres "inquilinos", a saber, Citroën Nemo, Fiat Fiorino y Peugeot Bipper, vehículos prácticamente idénticos en toda su extensión en tanto que han salido directamente de la factoría de Sevel fruto del acuerdo que mantienen las tres marcas para el desarrollo de varios modelos.
Como es lógico pensar, por la diferencia de años que mantiene este triunvirato con la Courier, el compacto de Ford ofrece algo más, y ese "algo más" está relacionado con su capacidad de carga y algunas de las soluciones tecnológicas que presenta.
Muy Ford
Pero empecemos, tal y como solemos hacer en estos casos, por el diseño del vehículo, que a simple vista presenta unos rasgos muy modernos que mantienen un gran parecido con algunos vehículos de la marca, incluidos los turismos.
En el frontal se reconoce perfectamente la parrilla del radiador, con una "boca" sobredimensionada y unos faros en una posición alta, al igual que los traseros, que asegura una alta protección contra pequeños accidentes inesperados.
Interiormente, el panel frontal se asemeja bastante al del Fiesta, con volante y cuadro de relojes. Una gran consola central recoge la totalidad de los mandos de control, y a pesar de que parecen muy apelotonados, enseguida nos hacemos con ellos. El espacio interior por otro lado, se ha aprovechado al máximo, gracias a la presencia de una bandeja superior de lado a lado del parabrisas y de una cajonera bajo el asiento del pasajero delantero.
En cuanto a la caja de carga de la configuración furgón (también existe una combi), garantiza un mínimo de 2,3 m3 de volumen útil (para 660 kilos de carga efectiva) que pueden convertirse en 2,6 m3 tras plegar la mampara de rejilla 90º (también están disponibles una de chapa acristalada y sin cristales) y abatir el asiento del copiloto hacia adelante. En este caso, la longitud de carga llega a los 2,59 metros (1,62 metros en condiciones normales), lo que para un vehículo compacto como la Courier, de únicamente 4,16 metros es mucho decir.
Luego, la caja de carga incluye hasta seis puntos de anclaje para garantizar la sujeción de la mercancía en un espacio que opcionalmente cuenta con iluminación específica tipo LED ultrabrillante. Para facilitar las labores de carga y descarga, la Courier propone una puerta asimétrica trasera con un ángulo de apertura de hasta 158º, además de una o dos laterales con una anchura de 453 milímetros.
Por lo que respecta a las variantes kombi, con dos filas de asientos, destacar que la banqueta posterior se puede plegar 60/40, llegando la capacidad del maletero hasta los 1.690 litros si se abate por completo.
Tecnología por doquier
Uno de los grandes valores de la Courier tiene que ver con las soluciones tecnológicas que sugiere, tanto desde el punto de vista de la seguridad como de dispositivos de ayuda a la conducción y entretenimiento.
Así, y a partir de dos terminaciones posibles (trend y ambiente), el comercial compacto de Ford incluye, como elementos de serie en toda la gama ABS, airbag de conductor y programa electrónico de estabilidad que integra sistema de arrancada en pendiente, control de tracción y mitigación del balanceo. Opcionalmente, se puede añadir airbag de pasajero, de cortina y de rodilla, control de presión de neumáticos, limitador de velocidad o cámara de visión trasera.
Por lo que respecta al equipamiento de confort, hay que hacer referencia al Ford Sync, un sistema que permite reproducir archivos multimedia o hacer uso del bluetooth manos libres a través de la voz. Una herramienta que también integra el Emergency Assistance o llamada de emergencia al operador de servicios en caso de accidente avería. Como novedad además, la Courier se beneficia del exclusivo MyFord Dock, por el que es posible integrar dispositivos móviles y navegadores con el vehículo.
Tres grandes motores
La Courier equipa tres motores que ya pudimos conocer en la Connect, dos diesel y un tercero de gasolina. En cuanto a los primeros, el propulsor de acceso a la gama cubica 1,5 litros de cilindrada para una potencia declarada de 75 CV y un par máximo de 220 Nm, para un consumo medio de 3,9 litros a los 100 kilómetros. El siguiente en el escalafón es un 1.6 TDCi de 95 CV y 230 Nm, con un gasto medio de 3,7 l/100 km, mientras que el gasolina es el exitoso 1.0 EcoBoost de 3 cilindros, el entrega 100 CV y 170 Nm de par, para un consumo mixto de 5,2 l/100 km.
Todas las mecánicas asocian una caja de cambios manual de 5 marchas y, opcionalmente, pueden montar el sistema Start & Stop que permite incluso reducir el consumo y el nivel de emisiones.