En un principio se mostrarán las configuraciones para pasajeros (las variantes más profesionales llegarán unas semanas más tarde), que tal y como hemos comprobado con las fotos de interior que nos han llegado, prometen ser auténticos salones rodantes con múltiples soluciones para que los pasajeros gocen de un alto grado de confortabilidad.
Para empezar, su diseño es realmente atractivo, con proporciones armoniosas entre el bloque delantero, el puesto de conducción y la zaga que recuerdan a los turismos de la marca. En este sentido, la firma luminosa de LED, integrada en unos boomerang cromados recuerda a los del Peugeot 508. También sobresale la parrilla vertical, situada en una posición elevada, que le da un gran empaque a la Traveller.
Pasar al interior es hacerlo a un habitáculo espacioso, funcional y con múltiples opciones modulares. Así, y dependiendo de la terminación, están disponibles entre cinco y nueve plazas, que pueden ser individuales o tipo banqueta corrida (en la segunda y tercera filas) partidas 2/3 – 1/3 con respaldos reclinables individualmente.
Además, las amplias superficies acristaladas sobretintadas (70% de opacidad) o supertintadas (90% de opacidad) garantizan la intimidad de los pasajeros, que también se benefician de los dos techos de cristal panorámicos. El techo multifunción, las tomas de corriente y USB, la climatización individual o la mesa corredera escamoteable son otros de los elementos que podemos encontrar entre el equipamiento opcional.
Por lo que respecta al panel frontal, destaca por su ergonomía, con un salpicadero y volante en una posición más vertical de lo habitual, de forma que el conductor se sitúa en una postura similar a la de un SUV.
La Peugeot Traveller se comercializará con dos batallas y tres longitudes de carrocería: Compact (4,60 metros), Estándar (4,95 m) y Larga (5,30 m), lo que da lugar a maleteros entre 1.500 y 4.900 litros de capacidad con las dos filas posteriores extraídas.
Por lo que respecta a los motores (Euro 6), cuatro son los disponibles, todos ellos diésel. El propulsor de acceso a la gama es un 1.6 HDi de 95 CV, al que sigue un 115 CV de idéntica cilindrada. Por su parte, los dos más potentes parten de una bancada de dos litros para potencias de 150 y 180 CV. En cuanto a los cambios, la Peugeot Traveller monta cajas manuales de 5 y 6 relaciones y una automática de 6 marchas.
Para cumplir con la normativa más restrictiva sobre gases contaminantes apuesta por la tecnología de reducción catalítica selectiva (SCR), que dispone de un depósito de AdBlue de 22,4 litros para una autonomía de 15.000 kilómetros.
Señalar por otro lado que el nuevo modelo francés cuenta con un compendio tecnológico de primer nivel, que incluye, en lo que a elementos de confort y de ayuda a la conducción se refiere, sistema multimedia con pantalla táctil de 7”, navegación 3D, reconocimiento de señales, advertencia de tiempo de conducción y de falta de atención del conductor, control de ángulo muerto, ayuda al estacionamiento con cámara de visión trasera, grip control para incrementar la motricidad, active safety break con sistema automático de emergencia o alerta de cambio involuntario de carril, entre otros.
