Por lo pronto, la Clase X, que llegará al mercado europeo a partir del mes de noviembre (el precio de partida para España será de 27.682 euros sin impuestos), sobresale por un diseño espectacular, que conjuga a la perfección elegancia con carácter robusto. Así, destaca por sus superficies diáfanas, con aristas y líneas reducidas y trazadas de gran precisión. De ese modo configura un cuerpo estilizado y sugestivo pleno de dinamismo, prácticamente sin detrimento de la funcionalidad.
El canon de dimensiones destila superioridad: 5.340 milímetros de longitud, 1.920 milímetros de anchura (sin retrovisores) y 1.819 milímetros de altura. El porte exterior es impresionante, y tiene su confirmación en su capacidad de trabajo. La Clase X puede transportar una carga útil máxima de 1,1 toneladas, mientras que su fuerza de tracción asciende a 3,5 toneladas.
Por lo que respecta al interior, está claro que se trata de un Mercedes-Benz, tanto por su excepcional delineación, como por la calidad de materiales utilizados para su realización y su excelsa terminación.
Además, propone tres tipos de elementos de adorno para el puesto de conducción, seis tapizados para los asientos, incluyendo dos variantes en cuero con costuras de contraste, y dos colores para el techo interior. Y todo ello con tres diferentes acabados: PURE, que sigue un concepto clásico y robusto; PROGRESSIVE, concebido para satisfacer mayores exigencias de confort e impresión de valor, y POWER, ideal para un estilo de vida urbano.
A nivel motorizaciones, la Clase X apuesta por tres posibilidades diésel y una cuarta de gasolina (ésta únicamente disponible en algunos mercados). En cuanto a los propulsores gestionados por gasóleo, se encuentra el 220 d, con una potencia declarada de 163 CV, el 250 d, que llega a los 190 CV, y el V6 de 258 CV, que estará listo a mediados de 2018. En cuanto al motor de gasolina, entrega 165 CV.
La Clase X cuenta con la tracción integral acoplable 4MATIC con desmultiplicación «Low-Range» y bloqueo del diferencial opcional en el eje trasero, lo que le permite circular por cualquier terreno. También a mediados del año próximo se ofrecerá una tracción integral permanente.
Como no podía ser de otra manera, el “off road” de Mercedes-Benz sobresale por un equipamiento ejemplar de seguridad activa y pasiva. Esto incluye, entre otros, el asistente de frenado activo, el detector de cambio de carril y el asistente para señales de tráfico.
Además, se trata del primer pick-up con conexión en red inteligente. Con el Mercedes me connect, los clientes de la Clase X están siempre conectados con el vehículo por medio de su smartphone y pueden consultar informaciones de utilidad como la ubicación del vehículo o el nivel de llenado del depósito de combustible o hacer uso de la navegación de puerta a puerta.
Uno de los grandes atributos de la Clase X tiene que ver con el confort que emana durante la conducción, similar al de los turismos de la marca. Gracias a su amplio ancho de vía, a la armonización confortable de la suspensión y los amortiguadores típicos de Mercedes-Benz y al uso de muelles helicoidales y discos de freno autoventilados delante y detrás, es un pick-up capaz de ofrecer prestaciones sobresalientes, tanto fuera del asfalto como en carretera.
Por otro parte, propone un amplio programa de accesorios para su personalización, entre los que se incluyen un hardtop, diversas cubiertas y numerosas soluciones específicas para la carga y para la conducción todoterreno.