El nuevo L200 toma parte de su diseño de otros vehículos de la marca, recordando mucho en su parte frontal al SUV Outlander. Entre los cambios más significativos, señalar que el capó se ha elevado 10 centímetros, mientras que los grupos ópticos con las luces de dirección y antiniebla se encuentran a 70 centímetros del suelo, solución que pasa por reducir los riesgos de inmersión o rotura al atravesar terrenos inundados.
Por su parte, el habitáculo que ha sido completamente remodelado, si bien el fabricante mantiene la filosofía de otros modelos, con un puesto de conducción robusto y funcional, aunque con aires más modernos, ya que incorpora detalles metálicos.
A nivel mecánico, los responsables de la marca no han adelantado ninguna primicia, aunque es probable que las variantes definitivas sean una actualización del actual turbodiésel 2,4 litros en versiones de 154 y 181 CV. Lo que es completamente nueva es la caja de cambios automática de 6 velocidades.
Por otro lado, el sistema de tracción total del Mitsubishi L200 ha sido convenientemente optimizado, al mismo tiempo que introduce novedosos dispositivos de seguridad activa y pasiva, como el sistema “mitigación de colisión frontal”, que detecta peatones y animales en el tráfico, la “advertencia del ángulo muerto” y el nuevo “programa de mitigación por desalineación ultrasónica (UMMS, por sus siglas en inglés)”, que reduce la entrada del acelerador de lo que la ECU detecta como uso incorrecto del acelerador cuando se desplaza o retrocede en aparcamientos.
Destacar, por último, que su presentación por parte de Mitsubishi en Europa tendrá lugar en el salón de vehículos comerciales de Birmingham entre el 30 de abril y 2 de mayo de 2019.