Las estadísticas no mienten, y dicen que hasta agosto del presente año la Partner ocupa el segundo lugar del ranking de matriculaciones en el nicho de mercado en el compite con cerca de 11.000 unidades comercializadas.

Pues bien, con la generación recién aparecida la marca del león pretende atacar un primer puesto que tiene al alcance de la mano y que, actualmente, ocupa su socio en PSA, Citroën, con la Berlingo.

Mimbres para ello hay, en tanto que además de las modificaciones que introduce la Partner tanto a nivel mecánico como tecnológico, se le suma una política comercial bastante agresiva. Basta un ejemplo, la variante de nuestra prueba, una configuración furgón con el motor HDI de 90 CV y un equipamiento de lo más completo, cuesta 16.373 € con impuestos y promoción incluidos.

Una Partner muy atractiva

A nivel estético las variaciones no son muy profundas, salvo ligeros retoques estéticos incluidas las modificaciones realizadas en el frontal, en el que destaca la nueva parrilla y los faros diurnos led.

Interiormente, los cambios también han sido también muy livianos, si bien, todo hay que decirlo, el habitáculo de la Partner ya resulta lo suficientemente práctico, funcional y bien terminado como para no echar en falta un cambio más profundo.

Lo más llamativo de nuestra unidad de pruebas tenía que ver con el asiento Multiflex que montaba, una excelente solución para incrementar el volumen de carga que poco a poco se va extendiendo en todos los furgones del segmento.

Se trata de una banqueta doble en el lado del pasajero que da lugar a múltiple utilidades. Por lo pronto, a través de la trampilla ubicada en el lado derecho de la mampara separadora y tras abatir hacia adelante el respaldo derecho del asiento doble, se puede ganar un espacio extra para poder cargar sin ningún problema utensilios de mayor medida. Como quiera que contábamos con una unidad de paso corto, de 4,38 metros de largo, y que la longitud de la zona de carga en condiciones normales de marcha llega a los 1,80 metros, haciendo uso de esta solución, el largo útil se va hasta los 2,05 metros, pasando el volumen efectivo de 3,3 a 3,7 m3. En el caso de la variante larga (de 4,63 metros, la longitud y el volumen máximos llega a los 3 metros y los 4,1 m3, respectivamente.

Además, se trata de una banqueta que destaca especialmente por su modularidad, en tanto que, de un lado, el asiento central guarda un cofre en su interior, mientras que el respaldo da lugar a una práctica mesa de trabajo al plegarse. De otra parte, la butaca lateral se puede recoger para poder cargar en la parte delantera bultos voluminosos de gran altura.

Ahora bien, con lo que no estamos tan conformes es con la anunciada posibilidad de acoger a dos personas en dicha banqueta, ya que el ancho de la misma no permite que puedan viajar cómodamente. Además, el que viaje en la zona central tendrá que hacerlo con las piernas recogidas, ya que el saliente de la palanca de cambios no permite ir cómodo en ningún momento.

Motor Euro 5 de 90 CV

Para nuestra prueba contábamos con un motor ya conocido, el 1.6 HDI de 90 CV, un Euro 5 ya veterano, que no por ello deja de tener un buen rendimiento. Y es que los Euro 6 1.6 BlueHDI de 75, 100 y 120 CV por el momento se montan en las variantes Tepee para pasajeros, no estando disponibles para los furgones hasta bien entrado 2016, en tanto que esta normativa sobre gases contaminante será obligatoria para las configuraciones van a partir del 1 de septiembre de dicho año.

En cualquier caso, se trata de una motorización más que cumplidora, no exenta de fuerza ya desde bajo régimen (230 Nm a partir de 1.500 vueltas) que nos permitirá iniciar la marcha de forma segura independientemente de la carga que llevemos en cada momento. Tampoco es que sea una mecánica explosiva de reacciones, pero si es lo suficientemente “viva” como para poder circular ágilmente casi por cualquier tipo de escenario. Incluso cuando la carretera pica hacia arriba, responde perfectamente a nuestra demanda siempre que nos mantengamos por encima de las 1.750 rpm.

Cierto es que a la hora de forzar la máquina, por ejemplo en autovía, una vez alcanzado velocidades de crucero altas alrededor de 110-120 km/h, si notamos que el propulsor va un poco forzado (además, la sonoridad percibida en el interior es algo alta), particularidad que con la presencia de una sexta marcha se podría haber paliado un tanto. No podemos obviar en cualquier caso, que al tratarse de un furgón de pequeño formato mayormente vamos a transitar por ciudad, que es donde mejor de desenvuelve.

Tanto por su maniobrabilidad, como por su contenido consumo (de 6,2 litros, si bien los Euro 6 anuncian incluso un menor gasto al incluir también el Start & Stop), la Partner está especialmente indicada para la circulación urbana.

Un comportamiento ejemplar que se hace extensible cuando tenemos que hacer cambios de dirección de forma continuada, momento en el que las suspensiones suelen sufrir en mayor medida. En este caso, la Partner se muestra muy firme y apenas deja entrever desplazamientos laterales de la carrocería, siendo muy dócil en su proceder.

Con todo, la sensación de seguridad es muy alta en el vehículo francés, que se ve acrecentada en nuestra unidad por la presencia del sistema Grip Control, que garantiza la motricidad en diferentes terrenos actuando sobre las ruedas delanteras ante la pérdida de tracción, tal y como pudimos comprobar en nuestra breve aventura.

Ficha técnica

Aceleraciones (en vacío)

 Recuperaciones (en vacío)

Equipamiento (elementos principales y opciones)

PVP (con impuestos y promocionado): 16.373 €

El semáforo

Despunta

• Modularidad interior
• Equipamiento y precio promocionado
• Consumos

Superable

• Asiento doble pasajero algo estrecho
• Ubicación de algunos mandos
• Sonoridad a altas vueltas