Pero es que la nueva generación de este comercial supera en todos los aspectos al modelo anterior y eso es mucho decir, ya que mejorar lo que ya era bueno no está siempre al alcance de todo el mundo. Y efectivamente, Peugeot lo ha conseguido.

Formato turismo

Comenzando por su diseño, decir que sigue claramente las pautas marcadas para los turismos de la marca, sobre todo en lo que se refiere al frontal, muy marcado y con un diseño que le da una personalidad propia. Así, sobresale por unas ópticas en un plano bastante alto, un capó corto y prácticamente horizontal y un voladizo muy corto que favorece la maniobrabilidad, por ejemplo, cuando callejeamos por la ciudad.

Es sin embargo en el interior cuando advertimos las primeras sorpresas. Por lo pronto, la marca del león ha apostado por lo que llama Peugeot i-Cockpit, una solución que optimiza -a nuestros entender- enormemente la ergonomía durante la conducción gracias sobre todo a dos recursos: por un lado, el volante compacto con dos zonas planas, que mejora el agarre y facilita su manejo. Por otra parte, la instrumentación se encuentra en un plano elevado, ubicada en el campo de visión del conductor, de manera que no haya que apartar la vista de la carretera para atender a cualquier información que precisemos.

A todo ello, hay que sumarle una presentación bastante cuidada, con un panel en el que sobresale la gran pantalla táctil capacitiva orientada al puesto de conducción, y desde la que se manejan equipos de sonido, navegador, teléfono manos libres y otra serie de parámetros relacionados con el vehículo.

Por lo demás, se trata de un habitáculo espacioso -nuestra unidad de pruebas contaba con un asiento individual para el pasajero, si bien puede ser doble-, a lo que contribuye especialmente el hecho de la que la palanca de cambios se encuentre en un saliente del salpicadero y deje un espacio entre ambos asientos. Además, cuenta con un buen número de huecos para guardar los objetos.

Destacar especialmente en el nuevo Partner la presencia de una pequeña pantalla en lugar del retrovisor central al uso conocida como ‘Surround Rear Vision’ en la se proyecta las imágenes emitidas por dos cámaras, una situada en el pie del retrovisor lateral del pasajero y una segunda en la parte alta de las puertas de doble hoja de la parte posterior. Así, se puede elegir entre dos perspectivas: una vista externa del lado del pasajero para controlar el ángulo muerto y una trasera de vigilancia remota de todo lo que ocurre tras el vehículo durante la conducción. Lógicamente, también podemos visionar la parte posterior en las maniobras de aparcamiento.

Formato ‘Long’

El Peugeot Partner se sirve con dos longitudes, una estándar de 4,45 metros y otra de carrocería alargada de 4,75 metros -2,97 metros de distancia entre ejes- que es precisamente con la que realizamos esta prueba. Gracias a estos 35 centímetros extra, la caja de carga presenta unas dimensiones más que interesantes, con una longitud de 2,16 metros, una altura de 1,20 metros y una anchura de 1,73 metros, para un volumen efectivo de 3,9 m3 y una carga útil en el caso que nos ocupa de 895 kilos.

Señalar, en cualquier caso, que podemos disponer de una configuración de la cabina completamente diferente en caso de necesitar de una longitud extra. Optando por el asiento doble en el lado del pasajero, es posible hacer de este un doble uso: plegando el respaldo del asiento central da lugar a una pequeña mesa/escritorio a modo de oficina móvil. Por su parte, el asiento lateral es totalmente escamoteable, lo que sumado a la trampilla de la mampara separadora, da lugar a un espacio extra que permite cargar objetos de hasta 3,44 metros, de manera que el volumen total alcanza los 4,4 m3.

Por otro lado, la última generación del Partner viene provista de un indicador de sobrecarga muy útil. Así, la medición se realiza automáticamente en el arranque del vehículo, si bien estando parado también es posible realizarlo a través de un mando ubicado en la parta posterior izquierda de la caja de carga. Si se sobrepasa el límite autorizado, además de una luz naranja en dicho mando, una alerta visual en el salpicadero nos informe de ello. Sea como fuera, se trata de un opcional más, por el que merece la pena pagar los 190 € que cuesta.

Propulsor notable

Para nuestra prueba dispusimos de un Partner con motor de 1,5 litros de cilindrada con una entrega de potencia de 128 CV y 300 Nm de par máximo, el cual llevaba asociado una caja manual de 6 relaciones -la automática de 8 marchas es opcional-. Señalar que el modelo francés también está disponible para nuestro mercado con sendas mecánicas diésel de 75 y 100 CV.    

Y si bien no es excesivamente ‘expresivo’ en el inicio de la marcha, a partir de las 1.750 vueltas ya notamos un empuje muy acusado que no desaparece a medida que subimos de marcha hasta alcanzar la velocidad deseada. Apoyado en un cambio suave en el proceder y rápido en la respuesta, no es difícil llevar siempre la marcha adecuada independientemente de por la vía por la que circulemos.

Así, a 90 km/h, en sexta, el cuentavueltas señala 1,750 rpm, lo que da una idea del margen de maniobra con el que contamos en caso de ser necesario. Y es que siempre que nos mantengamos por encima de este régimen el motor no decae en ningún caso, y nuestro Partner es capaz de afrontar cualquier dificultad incluso a plena carga. Está claro que los 128 CV para un furgón cuyo MMA es de 2.400 kilos nos permite cualquier licencia en este sentido.

Un claro ejemplo de ello se produce en el momento de afrontar todo tipo de cuestas, en tanto que podemos transitar con las marchas más largas sin el menor problema -siempre por encima de las revoluciones aludidas anteriormente- y sin tener que hacer un gran uso del cambio.

Destacar además dos aspectos fundamentales por los que sobresale especialmente el Partner:  el primero es el consumo, con medias que no van mucho más allá de los seis litros, y el segundo es la calidad de rodadura, gracias a una rumorosidad interior muy baja y a un comportamiento realmente bueno, basado en un paso por curva muy firme, sin apenas balanceos de la carrocería -la suspensión hace perfectamente su trabajo- y a una dirección muy precisa, lo que se agradece en especial en tráfico urbano, siendo la maniobrabilidad magnífica.

Por si ello fuera poco, Peugeot ofrece la posibilidad de mejorar el proceder del Partner gracias al sistema Grip Control -dentro del Pack obra (540€)- por el que podemos, mediante una rueda situada al lado de la palanca de cambio, elegir entre modo tierra, nieve, etc. para mejorar la tracción en función de las condiciones de la carretera.   

DESTACAMOS

Motor sobrado

Tecnología

Consumo

MEJORABLE

Aspecto algunos plásticos

Retrovisores exteriores pequeños

Respuesta en baja

ESTRELLAS

Diseño: 4,5

Acabados: 4

Puesto de conducción: 4

Habitabilidad: 4,5

Zona de carga: 4,5

Motor: 4,5

Cambio: 4,5

Frenos: 4

Consumo: 4,5

Comportamiento: 4

Precio: 3,5

Ficha técnica

Equipamiento

Serie: ABS, acceso arranque manos libres, airbag conductor, cierre centralizado con mando, control de tracción y estabilidad, control de velocidad de crucero, equipo de sonido con USB, faros antiniebla delanteros, pack visibilidad (encendido automático de luces/limpiaparabrisas y volante multifunción), retrovisores eléctricos calefactables, start & stop, volante regulable en altura y profundidad

Opcional: airbag pasajero/laterales delanteros (440 €), climatizador bizona automático (460 €), navegador 3D (800 €), detector de obstáculos delantero y trasero con cámara de visión trasera con cámara surround rear vision (700 €), indicador de sobrecarga (190 €), pack safety plus (avisador de cambio involuntario de carril, lectura de señales de tráfico, frenado automático de emergencia, regulador y limitador de velocidad, lectura inteligente de límites de velocidad, conmutación automática de las luces de carretera y cruce, y vigilancia activa de cansancio con cámara / 370 €)

PVP (con impuestos): 26.720 €