Seguramente, si hacemos una encuesta entre los profesionales furgoneteros sobre qué piden a un vehículo comercial, las respuestas sean muy diferentes y variopintas, siempre dependiendo, claro está, de las necesidades de cada uno.

Algunos dirán que funcionalidad y practicidad, otros que un gran volumen atendiendo a la carga que van a transportar, muchos de estos mismos que un motor potente que no les deje ‘colgados’ cuando tienen que afrontar terrenos complicados de todo tipo, un cuarto grupo que seguridad y buen comportamiento, y así un largo etcétera.

Pues bien, nos atrevemos a decir que la Master Red Edition reúne de forma notable muchos de estos requerimientos. Cierto es que existen motores más potentes del que monta (150 CV), que el equipamiento es superior en algunos casos o que las soluciones prácticas son mejores en otros vehículos, pero lo que está claro es que el modelo francés es uno de los más equilibrados que nos hemos encontrado.

Lógicamente, tiene sus pequeños ‘peros’ –nadie es perfecto-, pero puedo asegurar que no va a dejar prácticamente indiferente a nadie.

Edición especial

Más allá de su diseño exterior, que fue modificado con motivo de su última actualización en 2019, y en el que sobresale una parrilla sobredimensionada con detalles cromados que le dan una personalidad propia y los ‘logos’ distintivos de Red Edition en ambos laterales, donde verdaderamente comenzamos a advertir todo lo que puede ofrecer es una vez que pasamos al interior.

Y es que podemos aseverar que esta Master es una auténtica oficina rodante. Por lo pronto, la disposición de los mandos está bastante conseguida en un salpicadero con buenos acabados que también cuenta con detalles cromados tanto en las toberas de aireación como en el volante, en los mandos de la climatización e incluso en la palanca del cambio.

Pero lo verdaderamente destacable es todo lo que Renault hace para facilitar la vida a bordo del profesional y sus acompañantes. Porque por el habitáculo podemos encontrar soluciones de todo tipo muy prácticas.

Así, el respaldo del lado izquierdo de la banqueta doble se repliega dejando a la vista una pequeña mesa con portabotellas, bandeja portaobjetos y una plataforma giratoria para dejar el ordenador portátil.

Además, y esto es novedad, una bandeja extraíble por encima de la guantera del lado del pasajero hace las veces de pequeño escritorio. También en la consola central, junto al equipo de sonido, se ubica un estante auxiliar retráctil que puede hacer las veces de portadocumentos o como repisa ‘sujeta-tablet’.

Asimismo, por el interior se localizan toda clase de compartimentos, abiertos o cerrados, para mantener todo en orden. Por si ello fuera poco, bajo los mandos de la climatización se dispone una pequeña repisa que hace las veces de cargador inalámbrico para el móvil. ¡Adiós a los cables!

Por lo que respecta al puesto de conducción, cabe destacar que el asiento del conductor es regulable en altura, longitud y lumbarmente, con lo que no resulta complicado encontrar la posición óptima cara a la marcha, todo ello con una buena visibilidad, tanto lateral como frontal.

El hecho de encontrarnos ante una configuración furgón L3H2, da como resultado un compartimento de carga de 13 m3 (con posibilidad de cargar hasta cinco europalet), con una longitud de 3.733 mm, por 1.894 mm de altura y 1.765 mm de anchura, con 1.380 mm entre los pasos de rueda.

Además, las dimensiones de las puertas lateral (1.780 mm de alto por 1.270 mm de ancho) y posterior (1.820 x 1.580 mm), son bastante generosas para cargar todo tipo de objetos sin problemas, particularidad en la que también tiene mucho que ver el hecho de que las dos hojas posteriores se abran completamente, hasta los 270º, y que el plano de carga se sitúe únicamente a 543 mm. Señalar, igualmente, que la carga útil de la unidad probada llegaba a los 1.222 kilos.

Gran respuesta

La Master Red Edition de nuestra prueba equipaba un motor de 2,3 litros de cilindrada, con la configuración de vehículo ligero Euro 6 d-temp para una potencia declarada de 150 CV y 385 Nm de par, todo ello con una caja de cambio de seis relaciones manual.

Pero quizás lo más importante de este propulsor es la presencia de un doble turbo, un primero encargado de administrar un empuje considerable a bajo régimen, y un segundo más encaminado a mantener la fuerza del propulsor a altas vueltas. Y realmente este ‘Twin Turbo’ hace su trabajo a la perfección.

Y es que el inicio de la marcha es firme, aun yendo a plena carga, y permite comenzar nuestro recorrido de forma segura. Además, esta fuerza no desaparece en ningún momento, con lo que en un gran espectro de la banda de utilización contaremos con el par máximo, lo que viene de maravilla cuando se trata de afrontar dificultades como terrenos empinados. Y aunque el tacto del cambio es algo tosco, su respuesta ante nuestra demanda no resulta lenta precisamente.

Además, se trata de una mecánica que nos permite ir a marchas altas sin que perdamos inercia prácticamente en ningún momento. Incluso en 6ª, a 90 km/h, con la aguja del cuentavueltas señalando las 1.600 rpm, la Master mantiene el tipo sin perder agilidad.

Es más, en subida, esta bancada tira de bajos sin aparente esfuerzo para no tener que hacer uso de la palanca de forma continuada.

Y si es necesario, basta reducir una relación para que el motor siga dando lo mejor de sí mismo en todo momento, hasta el punto de que en 5ª, igualmente a 90 km/h, el tacómetro señala 2.000 rpm. En conclusión, que la presencia de los dos turbos le otorga una elasticidad al propulsor digna de encomio, lo que nos garantiza siempre llevar una marcha desahogada.

Por lo que respecta al comportamiento, varios apuntes. Por un lado, al tratarse de una unidad (tracción delantera) con nada menos que 4.332 mm de batalla, la estabilidad es muy considerable, a lo que hay que sumar una dirección electromecánica muy fiable, de manera que la carrocería se sujeta bastante bien al asfalto durante su proceder.

Ocurre, sin embargo, que la maniobrabilidad no es la mejor de sus virtudes. No me entiendan mal, ya que en los pasos por curvas abiertas y los giros no muy angulados el proceder es correcto, pero sí es cierto que cuando es preciso hacer giros más cerrados, el vehículo tiende a irse hacia afuera, nada que no se pueda corregir con la precisión de la dirección, tal y como hemos comentado.

Por lo demás, podemos decir que la Renault Red Edition es una furgoneta bastante segura, y en este sentido destaca la presencia del 'extended grip', un avanzado sistema de control de tracción que permite al vehículo adherirse a la carretera en condiciones de difícil agarre, por ejemplo, con barro o la nieve.

A todo ello hay que sumarle otros dispositivos, como el asistente de viento lateral o el asistente de arrancada en pendiente –de serie en esta unidad-, a los que opcionalmente se puede sumar la alerta de ángulo muerto o el sistema de advertencia de cambio de carril.

Por último, señalar que esta Master es realmente ahorradora, ya que yendo con una marcha tranquila el consumo medio durante nuestra prueba apenas llegó a los nueve litros. Incluso existe un modo ECO para optimizar todavía más el gasto de combustible.

Ficha técnica

Equipamiento Red Edition (elementos principales)

ABS, airbag conductor, aire acondicionado, asistente de arrancada en pendiente, ASR, cámara de visión trasera, ESP, asistente de viento lateral, cargador de teléfono inalámbrico, cierre centralizado con mando, elevalunas eléctricos, extended grip, faros y limpiaparabrisas automático, función ECO, guantera refrigerada, identificación Red Edition, ordenador de abordo, parrilla y salpicadero con acabados cormados, radio bluetooth con USB, regulador con limitador de velocidad, retrovisores eléctricos y calefactados, start & stop, tapicería acabado carbono, volante multifunción

Precio: No disponible

Despunta

Respuesta motor 

Funcionalidad cabina

Consumo contenido

Superable

Tacto del cambio

Diámetro de giro

Sin asidero pilar A

Valoración (sobre 5)

Carrocería: 4,5

Habitáculo: 5

Motor: 4,5

Cambio: 3,5

Suspensión: 4,5

Consumo: 4,5