Antes de nada, hay que decir que se trata de un modelo que nace de la intensa colaboración entre los especialistas de la marca y los usuarios, quienes han participado en su desarrollo. Así, el nuevo modelo de la marca propone un volumen de carga de hasta 18,4 m3 y cuenta con casi setenta versiones distintas para adaptarse a cualquier necesidad que requiera el transporte profesional. Además, gracias a sus nuevos motores TDI de bajo consumo destaca por su eficiencia y fiabilidad.

Por lo pronto, el chasis se ha rediseñado por completo, lo que se traduce en una gran robustez del vehículo. En cuanto a la gama, ya anunciamos en su momento que se articulará a partir de configuraciones furgón, kombi, chasis cabina simple y doble y plataforma, situándose el MMA entre 3,5 y 5,5 toneladas. Todo ello con dos batallas (3,64 y 4,49 metros), tres longitudes (5,9, 6,83 y 7,39 metros) y el mismo número de alturas (2,35, 2,59 y 2,79).

El proceso de carga es especialmente fácil gracias a su puerta corrediza de amplia apertura, la altura baja del borde de carga de 570 mm en las versiones de tracción delantera y una apertura opcional de 270° de las puertas traseras. Además, la mercancía se puede asegurar desde todos los ángulos, llegando la longitud máxima de carga a los 4,85 metros. 

La conducción del Volkswagen Crafter es más confortable gracias al nuevo eje delantero McPherson y a las cinco versiones distintas del eje de propulsión rígido. Además, la dirección electromecánica proporciona un óptimo manejo y gran maniobrabilidad y seguridad, tal y como hemos podido comprobar durante nuestra pequeña toma de contacto.

En este sentido, hemos tenido entre manos una Crafter de tracción delantera (conviene recordar que igualmente estará disponible en nuestro mercado con tracción trasera e integral 4Motion), con el motor TDI 2.0 Euro 6 de 140 CV, si bien también se servirá con potencias de 102 y 177 CV, este último biturbo.

Y a pesar de que nuestro primer “cara a cara” con el modelo alemán se ha reducido a unos pocos kilómetros, la conclusión ha sido muy positiva. En este caso llevábamos varios cientos de kilos de carga, y no por ello la puesta en escena del Crafter ha resultado perezosa, más bien todo lo contrario, siendo a partir de las 1.600 rpm cuando notamos un mayor empuje. Desde aquí, demuestra un gran potencial y es capaz de ganar vueltas de forma progresiva hasta alcanzar ritmos vivos sin perder fuelle. Y ello sin aparente esfuerzo, pues a 100 km/h, en sexta, la aguja del cuentavueltas marca unas más que interesantes 1.950 rpm, quedando un margen más que suficiente de fuerza en caso de ser necesario.

Además, gracias al buen equilibrio de los trenes rodantes, la suavidad de marcha está garantizada al igual que su comportamiento por los tramos más virados. En cualquier caso ya tendremos ocasión de probar el Crafter convenientemente y hablar en profundidad sobre todo lo que puede llegar a ofrecer el furgón alemán, del que esperamos mucho después de esta primera toma de contacto.      

Ficha técnica