Ahora bien, el documento destaca la evolución positiva en la reducción de los kilómetros de carretera de riesgo elevado, pasando de representar el 16% de nuestras vías el año pasado, al 14,7% en la actualidad.
El programa europeo de evaluación del riesgo en la carretera, EuroRAP, analiza la peligrosidad de las vías teniendo en cuenta la evaluación de los siniestros durante los tres últimos años, su gravedad y su relación con las características de la vía.
La parte que preocupa es la referida a los de riesgo elevado: un 14,7% de los tramos de la Red de Carreteras del Estado presentan un nivel de riesgo alto o medio-alto, 208 tramos que sumarían 3.506 kilómetros catalogados como de riesgo elevado. De estos tramos, 83 secciones (1.255 kilómetros) serían de riesgo alto o “Tramos Negros”, donde se han producido una media de 274 accidentes mortales y graves cada año, dejando 71 fallecidos y 268 heridos graves anuales. La intensidad de circulación en estos tramos de riesgo no es muy elevada, con una media de 3.469 vehículos/día.
El primer tramo de riesgo de este año es el ubicado en la N-320 entre los km 314.1 y 325.4, que van desde el Casar de Talamanca (Guadalajara) al cruce con la M-103 a Algete (Madrid). En sus 11,3 kilómetros de longitud se han producido 10 accidentes graves en los 3 años objeto de estudio, con un resultado de 2 fallecidos y 12 heridos graves,
Por lo que respecta a los vehículos profesionales, especialmente en el caso de los más pesados, están presentes en torno al 20% de los accidentes mortales y graves, pero este año se ha incrementado hasta alcanzar el 22%. El 15,91% de los accidentes mortales y graves donde hay implicados vehículos pesados se produce en 20 tramos de carreteras, frente al 10,24% de los resultados globales.