Activable a través de un mando giratorio situado en el salpicadero, está disponible en vehículos comerciales como la Berlingo o las nuevas Jumpy y SpaceTourer. Así, se puede elegir entre cinco modos de uso, Standard, Arena, Barro, Nieve y ESP off, que adaptan la transferencia del par motor sobre el tren delantero y gestionan el sistema de frenado en función del terreno.
Así, el modo Standard es el que se utiliza en condiciones de carretera normales, sin problemas de adherencia. Si las cosas se complican, es el momento de activar el modo Todocamino, que permite circular por terrenos deslizantes como barro o hierba húmeda; asegura el arranque del vehículo en estas condiciones transfiriendo el máximo par a la rueda que más adherencia tenga, funcionando como un diferencial de deslizamiento limitado y adaptándose perfectamente a la circulación en pistas; se mantiene activo por debajo de 80 km/h.
Por su parte, el modo Arena mantiene el deslizamiento de las dos ruedas motrices simultáneamente para permitir la progresión sobre suelo blando, limitando el riesgo de quedar atrapado en la arena. Este modo funciona hasta los 120 km/h y cambia a modo Standard si se supera esa velocidad.
En cuanto al modo ESP Off, ofrece la posibilidad de desconectar totalmente el ESP y el Grip Control, a velocidades de hasta 50 km/h, y gestionar la motricidad de manera autónoma.
Por último, el modo Nieve adapta de manera instantánea el control de tracción de cada una de las dos ruedas motrices a las condiciones de adherencia existentes. Cuando el coche supera los 50 km/h el sistema pasa automáticamente al modo Standard.