Conocido es que, para la adecuada utilización de estos motores y la detección de los niveles en cantidad suficiente, las autoridades europeas optaron por la instalación de un sensor en el vehículo que se encarga de avisar al conductor del descenso del nivel Adblue, deteniendo o reduciendo la marcha del propulsor cuando este nivel se halle en unos mínimos. A raíz de la colocación de estos aparatos, han surgidos unos dispositivos denominados “emuladores Adblue”, que se anuncian en algunas páginas de internet, los cuales se encargan de anular el citado sensor, impidiendo de este modo que el motor se pare cuando desciende el nivel o se reduzca el par. Como consecuencia de ello, se está liberando a la atmósfera cantidades de Nox por encima de los límites permitidos.
Así y todo, la DGT ha hecho público que a partir de ahora se van a realizar inspecciones en este sentido y, en el caso de que se detecte su uso, se formulará el pertinente boletín de denuncia, por infracción del artículo 12 del Reglamento General de Vehículos, sancionándose la falta con una multa de 200 euros.