Este rápido consumo de los fondos previstos por la Administración para potenciar una movilidad baja en carbono es un claro síntoma de bolsa de demanda retenida existente para este tipo de vehículos. Y es que muchos compradores están esperando un estímulo a la compra para elegir un vehículo movido con energías alternativas.
Es por ello, que desde ANFAC creen imprescindible “la ampliación de los fondos del Plan MOVALT destinados a la adquisición de vehículos movidos por electricidad o gas. La transición hacia una movilidad baja en carbono necesita necesariamente de un estímulo e impulso continuados por parte de las administraciones hasta que ésta adquiera un ritmo adecuado”.
En ANFAC “estamos convencidos de que mantener en el tiempo los planes de estímulo a la movilidad con vehículos de energías alternativas es una buena apuesta de cara al futuro, una medida inteligente y clave si deseamos que este tipo de vehículos logre mayor penetración en el mercado. Además, estas ayudas deberían convertirse en estructurales, como ya sucede en otros países de la Unión Europea. Y son precisamente aquellos donde se han adoptado políticas de este tipo los que hoy tienen un mayor parque de vehículos movidos con energías alternativas” añaden.
Señalar, además, que los vehículos movidos por energías alternativas tienen una importante aportación para la industria nacional. Muchos de los modelos que están hoy a la venta se fabrican en España y, en varios casos, se hacen en exclusiva para todo el mundo.