Ello supone un aumento del 3% en lo que a accidentes mortales (28 más) y fallecidos (39 más) se refiere, mientras que en lo relativo a heridos hospitalizados hubo una disminución de un 6% (336 menos).
Las cifras dadas a conocer por el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, son provisionales, en tanto que únicamente se refieren a los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y victimas tomadas hasta las 24 horas de producirse el accidente. Los números definitivos, que incluirán las victimas a 30 días de accidentes ocurridos en vías urbanas e interurbanas, se darán a conocer en los próximos meses.
Según el propio Serrano, “a pesar de que España sigue siendo uno de los países más seguros en carretera tanto del mundo (8º) como de Europa (5º), tenemos que seguir haciendo grandes esfuerzos entre todos para reducir las cifras de siniestralidad. Estoy seguro de que, con la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, así como con más medidas de control, educación, formación, comunicación e investigación lograremos entre todos reducir el número de fallecidos en nuestras carreteras. Eso sí, ninguna medida es eficaz si no cuenta con la implicación de los conductores y del resto de la administración pública”.
En cuanto al número de fallecidos derivados de la circulación de vehículos comerciales, también se han incrementado desde los 76 de 2016 a los 81 del año recién terminado, lo que supone una subida por encima de la media general, cifrada en el 6,5%.