Fruto de este acuerdo, el fabricante japonés cedió ocho vehículos (cuatro eNV200 y cuatro turismos Leaf) para pruebas a disposición de los municipios de Madrid que componen la Federación.
Así, las pruebas de la eNV200 han sido realizados por los siguientes Ayuntamientos: Ajalvir, Nuevo Baztán, Arganda, Paracuellos del Jarama, Arroyomolinos, Pradena del Rincón, Bustarviejo, San Martin de la Vega, Cenicientos, San Martin de Valdeiglesias, Cobeña, Torremocha, El Molar, Torres de la Alameda, Fuentidueña del Tajo, Valdeavero, Getafe, Mancomunidad del Valle del Lozoya, Majadahonda, Villanueva del Pardillo, Moraleja de en Medio, Zarzalejo y Móstoles.
El recorrido medio que se realizó se aproximó los 300 kilómetros, por lo que el ahorro total en emisiones de gases de efectos invernadero a la atmósfera (sumados los relativos a la furgoneta eNV200 y el turismo Leaf), fue de casi dos toneladas de CO2. Los usos que se la han dado al vehículo han sido variados, transporte de personas mayores con alguna discapacidad, tareas de mantenimiento, etc.
Con esta casuística nos podemos hacer una idea de lo importante que es la implicación de las flotas públicas a la hora de alcanzar mayores reducciones de emisiones a la atmósfera. Sólo en región centro, adscritos a la Federación de Municipios de Madrid hay 179 ayuntamientos, por los más más de 8.000 en toda España. Y es que las ciudades tienen que jugar un papel protagonista en la implantación rápida del vehículo eléctrico.
Un vehículo eléctrico puede llegar a ahorrar anualmente más de 2.500 euros a una institución que haga de media unos 15.000 kilómetros al año, ya que la factura por consumo de combustible es mucho menor y los gastos de mantenimiento se reducen a la mitad.