Así, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y resto de policías locales y autonómicos están prestando especial atención al correcto mantenimiento de los vehículos y la puesta a punto de todos los elementos de seguridad de los mismos, es decir, neumáticos, luces, señalización, parabrisas, ITV, etc.
Y es que tal y como reza el último estudio hecho por Tráfico, el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo. Teniendo en cuenta esta relación entre riesgo y edad del vehículo, el mantenimiento adecuado de todos los elementos de seguridad resulta imprescindible para combatir la siniestralidad.
Algunos consejos básicos en lo que respecta a la iluminación:
- Las lámparas van reduciendo su intensidad con el uso, de manera que deben cambiarse cada 40.000 kilómetros o 24 meses, y se debe hacer de dos en dos, teniendo en cuenta que su uso es simétrico en la mayoría de los casos.
- Es necesario mantener siempre limpias las ópticas: faros y pilotos.
Otros aspectos a controlar:
- Placa de matrícula: el conductor debe verificar que no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación, no está deterioradas ni manipuladas.
- Parabrisas: no debe presentar daño alguno, en tanto que es una pieza fundamental en la resistencia estructural del vehículo, siendo además soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción.
- Documentación del vehículo: se debe llevar de forma obligatoria, e incluye permiso de circulación, tarjeta de la ITV y pegatina correspondiente visible en la luna delantera.