Los carroceros certificados deben superar estrictos estándares de calidad mediante controles y auditorías periódicas, así como acreditar que los vehículos que se adaptan en sus instalaciones mantienen los mismos controles de calidad y garantía que ofrece Ford.
La marca del óvalo trabaja en colaboración con carroceros de diversos sectores, de cajas sobre chasis, de adaptaciones para personas con movilidad reducida o del sector sanitario, para que cumplan los rigurosos controles de auditoria que requiere la acreditación QVM, que fue otorgada en España por primera vez en el año 2016.
Antonio Chicote, director de la División de Vehículos Industriales de Ford España, ha señalado que “procesos como la certificación QVM nos ayudan a asegurar que se cumplen los niveles de exigencia Ford en la conversión de cualquiera de nuestros vehículos, garantizando al cliente la adquisición de su unidad bajo los mimos parámetros de calidad que recién salido de cualquiera de nuestras plantas”.