Así, Toyota lleva ahora sus sistemas de conducción automatizada a un entorno urbano real como es el centro de la ciudad de Bruselas (Bélgica). El vehículo que circulará por carreteras públicas abiertas no tiene más modificaciones que el conjunto de sensores montado en el techo, que incluye radares, cámaras y un sistema de posicionamiento de gran precisión.
Dentro el vehículo habrá un conductor por seguridad, que podrá intervenir y anular el sistema de control de conducción automatizada en cualquier momento, mientras que un operador que supervisará el conjunto del sistema.
Toyota va a iniciar los ensayos tras meses de intensos preparativos en los que ha llevado a cabo la validación del sistema de conducción automatizada, la formación de los conductores, el análisis de las rutas y obtención de las autorizaciones necesarias de las autoridades oportunas.
El vehículo automatizado se empleará asimismo para recoger datos como parte de la participación de Toyota en el proyecto europeo L3Pilot, junto con otros 34 socios, entre los que se encuentra grandes fabricantes de automóviles, proveedores de automoción, institutos de investigación y autoridades.