Y en concreto, alarma el hecho de que el 40% de las furgonetas no pasen la ITV obligatoria, algo especialmente alarmante en tanto que se trata de vehículos de carácter profesional que se utilizan como herramienta de trabajo en el día a día, los cuales, si no están en buenas condiciones, suponen un alto riesgo para la seguridad vial.
Es por ello que, para intentar revertir esta ‘anomalía’, es necesario “trabajar con las aseguradoras para alcanzar fórmulas que dificulten, e incluso prohíban, la renovación y emisión de pólizas de seguros a aquellos vehículos que no tienen la ITV al día”, se apuntó en el foro.
Asimismo, se confirmó la voluntad de caminar al mismo paso que la revolución tecnológica y las demandas sociales conviniendo con la Administración del Estado que la ITV del inmediato futuro deberá integrar la información y colaboración mutua de todos los agentes que participan, de forma directa e indirecta, en el sector del automóvil.
El objetivo de la Administración es lograr que el Registro de Vehículos se convierta en un gran repositorio de información, de datos administrativos, titularidad del vehículo y completarlo con toda la información de los actores en materia de automoción que rodean al vehículo como son los fabricantes, talleres, estaciones ITV, concesionarios, compraventas, etc. con la finalidad de explotar esta información para ofrecer a los ciudadanos transparencia y seguridad.