Desde que en 1962 comenzó a funcionar esta factoría, esta ha ido evolucionando desde el punto de vista tecnológico conforme lo ha ido haciendo la Sprinter, utilizándose tecnologías futuristas en las líneas de producción.
Con todo, más de 4,6 millones de vehículos han salido de la fábrica alemana, de los que 200.000 unidades han correspondido a la última generación de la Sprinter, que se comenzó a ensamblar en 2018.
Así, la producción de la nueva eSprinter marca el comienzo de una nueva era en la ciudad alemana, consolidándose como un paso de gigante para el fabricante, que ha invertido cerca de 330 millones de euros en la expansión de su producción, teniendo en cuenta que, en el futuro, la fabricación de ambos modelos (con motor eléctrico y de combustión), tendrá lugar en una misma línea de producción. El resultado será una gran flexibilidad y la capacidad de llegar a ambos tipos de clientes.