“Todas las asociaciones somos tristemente conscientes del drama humano y sanitario creado por la pandemia del coronavirus y, como el resto de la sociedad española, priorizamos la lucha contra la enfermedad y la recuperación de todos los enfermos como nuestro principal objetivo y deseo. Cada uno, dentro de nuestras posibilidades, estamos aportando nuestro esfuerzo a la sociedad para reducir su coste humano y social” explica
De los más afectados
Desgraciadamente, este sector ha sido y es uno de los más afectados a nivel económico por la pandemia. La necesidad de proteger a nuestros trabajadores, junto a las restricciones derivadas del estado de alarma, han provocado un cese total de la actividad productiva y comercial, lo que coloca al sector en una muy difícil situación, no solo a corto plazo sino también cuando se vayan levantando las medidas progresivamente.
Por un lado, la limitación a servicios mínimos esenciales de talleres y actividades afines ha provocado una caída del 95% en su facturación, mientras que el cierre total de la actividad comercial en concesionarios y compraventas, ya ha provocado un desplome del 69% en las matriculaciones de marzo, caída que se hará aún más profunda en abril, donde ya se están registrando bajadas diarias del 90%.
Sin embargo, y aunque la actividad comercial se recuperara a lo largo del mes de mayo, la crisis económica posterior provocará una grave incertidumbre en los consumidores y en las empresas al respecto de su propia estabilidad económica y la de sus empleos. La temporada turística se da prácticamente por perdida, con un impacto devastador en los alquiladores.
Por otro lado, la cadena de valor industrial está paralizada en toda su extensión desde el pasado 16 de marzo. En el supuesto de que las fábricas españolas arrancaran de manera paulatina durante este mes de abril, serán necesarios meses para volver a plena producción.
Esta situación tiene un impacto importantísimo en el empleo. Se calcula que al menos unos 350.000 empleados del sector (entre fabricantes, componentes y distribución) han tenido que acogerse a expedientes de regulación temporal del empleo (ERTE) para paliar el impacto negativo de la parada de actividad. Y esta recuperación también será paulatina, muy condicionada a la existencia y la contundencia de las medidas de impulso.
Plan de choque nacional
Una reactivación que necesitará de unas medidas de apoyo contundentes y ágiles, centradas en dinamizar mercado y producción y que permitan al sector recuperar su efecto tractor en el conjunto de la economía.
Dada esta situación, los abajo firmantes consideramos que será necesaria la adopción de un PLAN DE CHOQUE NACIONAL de apoyo al sector, que cuente con distintos componentes.
En primer lugar, serán necesarias medidas de impulso a la demanda, que ayuden a la recuperación global del mercado y sus servicios, que promuevan la renovación del parque con todas las nuevas tecnologías disponibles e impulsen el cumplimiento de los objetivos medioambientales del sector.
Además, este plan de choque ha de complementarse con medidas para mejorar la liquidez de las empresas, en especial las de menor tamaño y riesgo financiero, medidas fiscales para reactivar el mercado, medidas de flexibilidad laboral, y por último, medidas para el impulso de la inversión y de la industria 4.0.
Este paquete de soluciones debería abordar todos los aspectos relevantes para la industria y el sector de la automoción, de tal manera que se garantice, en la medida de lo posible, la competitividad y viabilidad futura de todas las empresas y componentes de la cadena de valor de este sector, tan importante para España.
El sector de la automoción, firmante de esta petición, representa el 10% del PIB y el 9% del empleo en España. Es uno de los sectores industriales de mayor peso específico, inversión y empleo del país, además de ser clave en la exportación y balanza comercial. Por último, es un sector fundamental para la recuperación económica por su gran efecto tractor sobre multitud de otras actividades industriales y de transporte.