Los sistemas modernos de inyección diésel de Bosch se caracterizan por una inyección precisa, sujeta a unas presiones muy elevadas. Unas tolerancias extremadamente pequeñas, del orden de milésimas de milímetro, exigen que los componentes se tengan que ajustar perfectamente entre sí, algo que ya se ha demostrado en las comprobaciones de funcionamiento que siguen las normas de fabricación de primer equipo.
Con su control electrónico y capacidad de inyección múltiple, los sistemas ‘Common Rail’ ayudan a que los motores diésel sean más económicos, al tiempo que garantizan una creciente optimización de potencia. La función de los inyectores ‘Common Rail’ no es otra que la de inyectar, mediante actuación electrónica, el volumen correcto de combustible en el momento adecuado. Esto permite un funcionamiento más eficiente en cuanto a consumo y emisiones, permitiendo así cumplir las diferentes normativas relacionadas con las emisiones contaminantes, como, por ejemplo, la europea Euro 6.
La bomba de alta presión es la interfaz entre la parte de presión baja y la de alta presión en un sistema de inyección ‘Common Rail’. La bomba comprime el combustible y lo suministra en la cantidad necesaria y de forma continua al acumulador de alta presión (raíl), gracias a lo cual consigue mantener la presión del sistema. Es capaz de mantener la presión necesaria incluso a revoluciones bajas de motor.