El circuito italiano de Brescia ha sido el escenario escogido por los responsables de la marca japonesa para la puesta de largo del D-Max, en donde nos prepararon un pequeño recorrido off road para poder tener una primera impresión de todo lo que puede ofrecer este pick-up, que es mucho más de lo que cabría esperar.
Antes de nada, decir que el modelo nipón presenta varias novedades desde el punto de vista del diseño, con un exterior y un interior mucho más cuidado que le da al conjunto una sensación de calidad bastante alta.
Así, el frontal estrena ahora capó, paragolpes, parrilla y calandra, lo que se traduce en un aspecto robusto a la vez que elegante. Por su parte, los faros incluyen luces diurnas tipo LED, de serie en toda la gama.
Por lo que respecta al habitáculo, también es nuevo el cuadro de instrumentos, que ahora incorpora aviso de cambio de marcha. Igualmente, estrena tapizados y apoyabrazos laterales, mientras que tanto en la parte delantera como trasera se localizan sendos puertos USB para poder conectar todo tipo de equipos externos.
Pero la gran novedad del Isuzu D-Max es sin duda su nuevo motor Euro 6. Un propulsor que se ha rebajado de cilindrada, hasta los 1,9 litros de capacidad, para una potencia declarada de 164 CV y un par máximo de 360 Nm. Para transmitir la fuerza del mismo al firme utiliza una caja de cambios manual de 6 relaciones (con una primera marcha muy corta adaptada para iniciar la marcha a plena carga), estando también disponible una transmisión automática con convertidor de par del mismo número de marchas.
A nivel técnico, destacar que dicha mecánica utiliza un único turbocompresor de geometría variable de mayor capacidad, lo que garantiza un gran rendimiento en un amplio espectro del régimen de trabajo.
Para cumplir con la normativa Euro 6, y aquí está la exclusiva, Isuzu prescinde del sistema SCR para decantarse por el novedoso sistema LNT (Lean NOx Trap) montado junto al filtro de partículas DPF a la salida del escape de manera que se reducen las emisiones (quedan “atrapadas” en el mismo catalizador) sin necesidad de utilizar aditivo (AdBlue) alguno.
Entre las ventajas de las que se beneficia el motor al utilizar esta tecnología, destaca su facilidad de uso, su alta eficiencia a bajas cargas y el hecho de comportar un coste inferior en su mantenimiento.
Asimismo, el bloque deja a un lado la correa de la distribución para dar paso a la cadena. A todo ello hay que sumarle su mayor capacidad de refrigeración, la reducción de la dilución del aceite del motor o el ajuste automático de la holgura de las válvulas, entre otras mejoras, resultado de lo cual es una mayor eficacia en todo tipo de escenario y una disminución de algo más de medio litro de media en relación al consumo de combustible respecto a la anterior generación.
En cuanto a su capacidad off road, señalar que el D-Max incluye un sofisticado sistema de tracción que nos permite poder superar prácticamente cualquier obstáculo. En condiciones normales de marcha funciona en 4x2, para pasar a 4x4 a través de un selector ubicado junto a la palanca de cambios. En el momento que el terreno se vuelve más complicado o más roto, o simplemente hay que afrontar grandes desniveles fuera del asfalto, basta con girar la rueda hacia la posición de las marchas más cortas (reductora) para contar con un mayor poder de tracción que nos garantiza poder salvar el dificultad con total suficiencia, tal y como pudimos comprobar en nuestra pequeña toma de contacto.
Por si ello fuera poco, el D-Max monta sistema de ayuda de arrancada en pendiente y control de descenso, además de sistemas de tracción y estabilidad desconectables, ayudas electrónicas todas ellas que garantizan una total seguridad independientemente del escenario por el que transitemos.
Señalar, por otro lado, que la gama se articula en torno a tres carrocerías (cabina simple, extendida y doble cabina), con una carga útil superior a los 1.100 kilos en la versión más profesional (la reducción del peso del motor se traduce en 60 kilos extras de carga efectiva) y una capacidad de arrastre de 3.500 kilos.
Respecto al equipamiento de confort, es bastante completo, destacando en este sentido el sistema multimedia con pantalla táctil de siete u ocho pulgadas (dependiendo del nivel de acabado), desde la que se controla el navegador y la cámara de visión trasera.
Sólo queda verlo en nuestras carreteras, lo que ocurrirá en pocas semanas, en tanto que el mes de febrero está previsto el inicio de su comercialización.