Pese a adoptar esta nueva tecnología, conserva su volumen útil y su capacidad de carga. Práctico, dispone de una autonomía de 400 km gracias a sus tres depósitos, los cuales se sitúan junto a la batería, bajo los asientos delanteros, y se repostan en solo tres minutos. Con cero emisiones de CO2, autónomos y comerciantes podrán continuar utilizando las calles de las zonas urbanas reglamentadas con toda libertad.
El ë-Jumpy Hydrogen es totalmente eléctrico y funciona con dos fuentes de energía: una pila de combustible de 45 kW que produce electricidad a partir del hidrógeno almacenado en un depósito formado por tres cilindros de fibra de carbono a 700 bar de presión, y una batería de 10,5 kWh que funciona como una reserva de 50 km y toma el relevo de manera automática cuando se vacía el depósito de hidrógeno.
Dos fuentes de energía
La pila de hidrógeno asegura la autonomía del vehículo y la batería es necesaria en las fases transitorias como las de fuerte aceleración o de subida de cuestas a plena carga, que precisan de una potencia más elevada. Estas dos fuentes de energía combinadas permiten alimentar el motor y mover la cadena de tracción.
La batería, que recupera energía en las fases de deceleración, se recarga automáticamente gracias a la electricidad producida por la pila de combustible de hidrógeno para asegurar un nivel de carga suficiente y puede, además, recargarse conectando el cable de recarga a una toma específica para vehículos eléctricos.
Con todo, el Jumpy se transformará en el Centro de Investigación y Desarrollo de pila la de combustible de hidrógeno de Russelsheim, en Alemania, centro de referencia del Grupo Stellantis en la materia.
Disponible en dos tamaños M (4,95 m) y XL (5,30 m), las primeras entregas del ë-Jumpy Hydrogen a los clientes de flotas están previstos en otoño de 2021.