Hoy en día la totalidad de marcas cuentan entre sus gamas con modelos movidos por gas natural -ya sea comprimido (GNC) o licuado (GNL)- o autogás/GLP. También las motorizaciones 100% eléctricas y los híbridos enchufables empiezan a ganar ‘adeptos’, mientras que el desarrollo de la pila de hidrógeno avanza sin prisa, pero sin pausa.
Ocurre que también es posible hacer transformaciones sobre motores ya salidos de fábrica, de forma que el vehículo en cuestión funcione en modo bifuel gasóleo/gas licuado del petróleo, existiendo empresas como Begas Motor que se dedican a este tipo de desarrollos totalmente homologados para un uso normal.
Base Isuzu M21
El caso es que el mercado cada vez demanda más este tipo de alternativa, de ahí que dicha compañía hay realizado una transformación sobre un Isuzu M21 con el motor Euro 6b para una utilización más ecológica.
Hay que dejar claro en cualquier caso antes de explicar desde el punto de vista técnico cómo funciona esta solución, que el precio de la misma es de 4.500 €, una cantidad que si bien puede parecer alta, teniendo en cuenta que esta unidad se vende desde los 25.200 € -impuestos no incluidos-, la tarifa final no resulta tan excesiva, sobre todo si tenemos en consideración que otros competidores de Isuzu en este segmento cuentan con modelos de gas natural comprimido (GNC) de origen más caros. Además, dicha transformación incluye una garantía de dos años y el profesional se beneficia de la etiqueta ECO de la DGT que, por ejemplo, nos permite acceder al Madrid Central sin problemas.
Así y todo, es preciso explicar que este gas no se puede utilizar como un reemplazo total del gasóleo, sino más bien como un aditivo a este último, es decir, se trata de una mezcla, de manera que el gas entra en la cámara de combustión al mismo tiempo que el aire de admisión, no habiendo diferencias en la inyección del gasóleo original.
La transformación propiamente dicha no resulta muy compleja. Se basa en una centralita que va conectada al CANBUS del vehículo y que se encarga de modificar una serie de valores del motor en función del régimen que llevemos en cada momento, de forma que se ‘quita’ aporte de gasóleo y se sustituye por GLP. En función de las revoluciones durante la marcha, se inyecta entre un 15% y un 40% de gas licuado.
La gestión del bloque motor con esta transformación es bastante ventajosa, ya que al inyectarse el GLP frío en la admisión, se refuerza el efecto que hace el intercooler (en vehículos sobrealimentados) y, con ello, la combustión es más completa al tener más oxígeno. Es decir, se puede conseguir una combustión casi perfecta del gasóleo -además de extraer algo más de potencia- y, a su vez, reducir las emisiones de partículas contaminantes gracias a una combustión más limpia. Adicionalmente, esto repercute en una menor formación de residuos, por lo que la mecánica debería durar más tiempo y dar menos problemas.
De esta forma, en comparación con el motor diésel, el M21 bifuel emite un 8% menos de CO2 un 8%, por 5% de NOx -siempre que no vayamos a plena carga-, mientras que la disminución de las emisiones de partículas se estima en un 20%.
Aun así, el hecho de que utilicemos hasta un 40% de gas licuado y que el precio del mismo pueda llegar a ser hasta un 45% menor que el del gasóleo, asegura un ahorro más o menos valioso.
En carretera con el Isuzu M21 GLP
Una vez en nuestro puesto y ajustado el volante –hay que decir que el asiento del conductor contaba con suspensión, lo que asegura un buen confort durante la marcha-, lo primero que hacemos es conectar el ‘modo GLP’ mediante un pulsador ubicado en el salpicadero, de modo que en el momento que el sistema coge temperatura el funcionamiento bifuel (gasóleo-gas natural licuado) se activa.
El motor en sí es un bloque de 1,9 litros de cilindrada con 123 CV de potencia y un par de 320 Nm, unas cifras que, si bien no resultan muy llamativas, hay que señalar que son suficientes para llevar una buena dinámica, sobre todo en aquellos escenarios en los que no se precisa de una dosis de energía extra, por ejemplo en escenarios escarpados. Teniendo en cuenta que se trata de una unidad con un carácter urbanita muy marcado, este déficit de potencia no resulta tan acusado.
Además, el máximo par se muestra a partir de las 1.500 rpm, un empuje que no desfallece hasta las 2.700 rpm, lo que deja clara la elasticidad de este propulsor. La relación del cambio también ayuda a llevar una marcha nada forzada, de manera que podremos mantener un régimen idóneo para que no se vea penado el consumo, que siempre que llevemos una circulación tranquila no llegará a los aludidos11 litros de media aludidos.
Por otro lado, nos sorprendió gratamente la baja sonoridad percibida en la cabina, lo que sumado a su excelente maniobrabilidad hace que el confort de marcha sea bueno para tratarse de un vehículo de su tamaño y características. Esta circunstancia, además, nos permite llevar una circulación urbana bastante cómoda, lo que es mucho decir para un Isuzu M21 con el que podremos adentrarnos por cualquier ciudad sin el menor problema gracias a su etiqueta ECO.
Acerca del gas licuado del petróleo
El GLP es una mezcla de butano y propano almacenado a una presión de menos de 10 bares en el vehículo. El 60% es gas natural y el resto procede de los gases producidos en el refinado del petróleo.
Se trata del combustible ecológico más empleado en el mundo y 28 millones de vehículos apuestan por esta energía alternativa, prácticamente la mitad de ellos en Europa, donde fue considerado Carburante Alternativo en 2014 a través de la directiva 94/2014 de la UE.
Comparado con un motor de gasóleo o biodiesel, un motor GLP, en una utilización 100% a gas, reduce en un 95% las emisiones de NOx y un 90 % las de partículas, además de costar casi la mitad que los otros carburantes.
DESPUNTA
Rendimiento motor
Sonoridad
Maniobrabilidad
SUPERABLE
Tacto del cambio
Presentación interior
Sin freno motor
Ficha técnica
MOTOR |
|
Marca |
ISUZU |
Modelo |
RZ4EE6N-L – Euro 6b-1 |
Etiqueta |
Eco |
Tipo |
Inyección directa common rail con intercooler |
Número de cilindros |
4 en línea |
Válvulas por cilindro |
4 |
Cilindrada |
1.898 cm3 |
Diámetro por carrera (mm) |
ND |
Postratamiento de gases de escape |
EGR-LNT-DPD |
Potencia máxima |
123 CV (90 kW) a 3.200 |
Par máximo |
320 Nm a 1.500-2.700 rpm |
TRANSMISIÓN |
|
Caja de cambios |
6 velocidades |
Accionamiento |
Manual |
Reducción final |
4.777 (43/9) |
Tracción |
Trasera |
CHASIS |
|
Suspensión delantera |
Independiente con muelles helicoidales |
Suspensión trasera |
Ballestas |
Depósito |
70 litros diésel; 40 litros autogás |
Frenos |
Discos ventilados delanteros y traseros |
Neumáticos |
205/75 R16C |
Dirección |
Asistida |
PESOS |
|
Tara (kgs.) |
2.470 |
MMA (kgs.) |
3.500 |
Carga útil (kgs.) |
1.030 |
EMISIONES |
|
CO2 gr/km (ciclo mixto) |
225 |
Equipamiento (elementos principales y opciones)
Serie: ABS-ASR-BAS-ESC, asiento con suspensión, avisador acústico de marcha atrás, cierre centralizado con mando a distancia, control manual de altura de los faros, elevalunas eléctricos, inmovilizador, luces antiniebla delanteras y traseras, luces diurnas, radio con USB, volante regulable en altura y profundidad.
Opcional: aire acondicionado (1.189 €), caja de cambios robotizada Nees 2 (1.290 €)
PVP (transporte e impuestos no incluidos): 25.200 €