Además, nos encontramos ante la variante de batalla larga, de 4,87 metros, lo que equivale a una caja de carga de 1,44 metros de longitud ampliable hasta los 1,85 metros con la segunda fila de asientos plegada, con lo que resulta una unidad ideal para cuadrillas de trabajadores que necesitan de un buen espacio para sus “herramientas”, o simplemente para ser utilizada como vehículo personal sin más pretensiones que contar con un modelo fiable, correcto en su proceder y con un buen maletero.

Además, como buen vehículo comercial de Volkswagen que es, la Caddy cuenta con unas posibilidades de personalización muy altas, ya que ofrece un equipamiento de seguridad y de confort excepcional, ya sea como elementos de serie u opcionales.

De su diseño poco podemos descubrir a estas alturas, destacando la sobriedad de la que la marca ha hecho gala a lo largo de la vida comercial de la Caddy. Con ello no queremos decir que se trate de una furgoneta “antigua”, pero sí que es cierto que se nota el paso de los años en ella. Aun así, el interior está bastante bien resuelto y es muy ergonómico, con todos los dispositivos de control y de ayuda a la conducción perfectamente ubicados para no tener que desviar la vista de la carretera durante su manejo.

Como comentábamos, la Volkswagen Caddy Maxi destaca por su gran compartimento de carga, gracias a sus casi cinco metros de longitud, resultado de lo cual es un volumen interno de 1.650 litros con las dos filas de asientos en orden de marcha y de nada menos que 3.950 litros con la segunda fila plegada. Incluso es posible retirar esta última y disfrutar en un furgón de 4,1 m3. También se puede optar por plegar el asiento individual del pasajero (opción que ofrece Volkswagen) ganando con ello una longitud extra.

Igualmente, en caso de ser necesario es posible añadir una tercera fila de asientos, con lo que disfrutaremos de un práctico monovolumen de siete plazas si así lo deseamos o de un furgón de medidas más que generosas si así lo precisamos gracias a sus amplias posibilidades de personalización.

Hasta ocho motores

De lo que no podemos tener queja es de las múltiples opciones mecánicas que propone Volkswagen con la Caddy. Hasta ocho motores tenemos a nuestra disposición; los cuatro primeros son diesel, dos de 1.6 litros para potencias de 75 y 102 CV, y otros tantos de 2 litros con entregas de 110 y 140 CV. A ellos se les suma el 1.2 TSI de gasolina con 86 y 105 CV, el 2.0 Ecofuel de gas natural comprimido de 109 CV y el 1.6 bifuel de 102 CV. Para transmitir la fuerza del propulsor al asfalto los 1.6 TDI utilizan una caja manual de 5 relaciones, al igual que las mecánicas movidas por energías alternativas, mientras que los 2.0 TDI optan por un cambio de 6 marchas, Opcionalmente, está disponible el magnífico cambio automático DSG de 7 velocidades, así como la tracción integral 4Motion.

En nuestro caso, la Volkswagen Caddy montaba el motor de 102 CV que entregaba 250 Nm de par, una variante más que cumplidora que nos garantiza un buen proceder en cualquier circunstancia, si bien a plena carga y con los cinco ocupantes se queda un poco “corto”.

El hecho de mostrar su máximo par a partir de las 1.500 vueltas, asegura una puesta en escena bastante segura, siendo el propulsor muy progresivo en su ganancia de vueltas hasta alcanzar un régimen en pocos segundos que nos permite circular de forma ágil sin ningún problema. Además, siempre que nos mantengamos por encima de las 1.800 rpm, podremos salvar incluso desniveles importantes sin tener que “tirar de palanca” más de lo necesario.

Lo mejor de todo es que se trata de una mecánica muy ahorradora, con un consumo medio que no va mucho más allá de los 5 litros, y que en ciudad apenas llega a los 6 litros gracias a la presencia del Strat & Stop (paquete BlueMotion).

A nivel de comportamiento, el proceder de este vehículo comercial ligero alemán es realmente bueno, típico de los productos Volkswagen, con un paso por curva en el que apenas notamos deslizamientos de la carrocería gracias a unos trenes rodantes perfectamente ajustados y a un guiado muy directo que se apoya en la dirección “Servotronic”, dependiente de la velocidad.

En resumen, la Volkswagen Caddy resulta un producto todavía muy aprovechable, con unas amplias posibilidades de utilización debido a todo lo que propone, tanto desde el punto de vista mecánico como funcional y a nivel de equipamiento, a lo que hay que añadir los descuentos que a buen seguro Volkswagen Vehículos Comerciales realizará teniendo en cuenta que la nueva generación está próxima a aparecer.     

Ficha técnica

Equipamiento

PFF (sin impuestos ni descuentos): 19.000 €