Con todo, el nuevo reglamento avala el actual sistema de ITV en nuestro país, al mantener y reforzar la independencia de los operadores de ITV, mediante incompatibilidades concretas (comercio de vehículos y transporte) y la exigencia de acreditación por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para todas las estaciones de ITV como organismos de inspección de tercera parte.
Así, una de las medidas más novedosas que se recoge la normativa tiene que ver con el uso de herramientas que permitan la lectura de la centralita de los vehículos para detectar cualquier fallo informático que pudieran tener mediante la introducción del uso del OBD (diagnóstico a bordo), de cara a comprobar los niveles de emisiones producidos por los vehículos a motor.
Organizaciones como la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM) han lamentado que la reforma del Real Decreto “no contemple una mayor liberalización del sector, eliminando las incompatibilidades para que concesionarios y talleres puedan pasar la inspección técnica del vehículo, tal y como apoyaba en su informe la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC)”.