Por otro lado, con el consistorio madrileño también ha comunicado la decisión de retrasar un año la entrada en vigor de las restricciones para los vehículos de reparto de hasta 3.500 kilos de MMA con etiquetado B, con lo que entrarán en vigor el 1 de enero de 2023 en lugar de en 2022 como estaba planeado inicialmente.
Tras estas medidas, Juan Pablo Lázaro, presidente de la Organización Empresarial de Logística y Transporte, UNO, se ha congratulado por “tener un diálogo permanente con el Ayuntamiento de Madrid, por lo que agradecemos su decisión de retrasar Madrid Central, porque el Black Friday no solo afecta a las ventas online, sino que también tiene un impacto muy importante en el comercio tradicional. El sector logístico está haciendo importantes esfuerzos para ayudar en la descongestión de las ciudades y en la reducción de la contaminación, pero ese objetivo debe compatibilizarse con un reparto asegurado a empresas y vecinos”.
Hay que señalar que según un estudio elaborado por UNO, la puesta en marcha del calendario de restricciones de Madrid Central obligará a las empresas de paquetería a renovar de aquí a 2020 un 40% de su flota de vehículos, una cifra que ascenderá al 85% en 2022 si no se flexibiliza el calendario de restricciones. Ampliar en un año la restricción a vehículos sin etiquetado, al igual que se ha hecho con los vehículos de etiquetado B, facilitará una renovación más realista de las flotas.