Para ello, emplearon avanzados programas de 3D con los que pudieron estimar el número exacto de piezas que iban a necesitar, si bien finalmente tuvieron que utilizar otras 20.000 piezas transparentes a las inicialmente calculadas para las ventanas del vehículo.
“Hubiéramos necesitado nueve días a la semana para realizarla. No obstante, como eso no existe tuvimos que utilizar parte de las noches”, explica Hoffmeister. Y es que los dos protagonistas tuvieron que trabajar muy duro para terminar el Bulli antes del comienzo de la feria, el cual incluía el techo elevable de Westfalia, la puerta corredera, y los elementos interiores.
Así y todo, sus medidas son impresionantes: casi cinco metros de largo, 1,9 metros de ancho y dos metros de altura, llegando a los tres metros con el techo elevado.