Se trata de una técnica que ha sido diseñada para su uso en carreteras rurales a velocidades de entre 70 y 110 km/h. Dicha tecnología utiliza una cámara situada debajo del espejo retrovisor para vigilar los límites de la carretera 50 metros delante del vehículo y a 7 metros de los lados.
En el momento que en una carretera pavimentada nos encontramos con un borde blando o un arcén duro de grava o hierba, el sistema proporciona un suave apoyo a la dirección según sea necesario para evitar que el vehículo se salga de la calzada.
También puede proporcionar apoyo a la dirección en carreteras con señalización horizontal cuando las marcas del carril están oscurecidas u ocultas por la nieve, las hojas o la lluvia.
Si el conductor todavía está cerca del borde de la carretera después del apoyo inicial de la dirección, el sistema hace vibrar el volante para indicarle que rectifique trayectoria. Por la noche, utiliza la iluminación de los faros y funciona tan eficazmente como durante el día.
La tecnología Road Edge Detection de Ford formará parte de la gama de tecnologías de asistencia al conductor que se están implantando en los nuevos vehículos de Ford.