Con un precio que parte de los 17.800 euros, IVA, transporte y promoción incluidos, el Peugeot Rifter, que se fabrica en la planta de la marca en Vigo, incluye un compendio tecnológico que le permite enfrentarse sin problemas al invierno y su reguero de carreteras, pistas forestales y terrenos totalmente helados y nevados, en tanto que la motricidad y la adherencia están aseguradas, incluso en condiciones extremas.
El Rifter equipa, según versiones, el Advanced Grip Control, un sistema de optimización de la motricidad en firmes deslizantes o en mal estado, con nieve o placas de hielo.
Esta tecnología actúa sobre las ruedas motrices delanteras. Se activa a través del mando giratorio situado en la consola central, que permite elegir entre uno de los cinco modos de uso disponibles, que limitan la transferencia del par motor sobre el tren delantero y gestionan el frenado en función del terreno, ofreciendo un comportamiento más estable que muchos vehículos con tracción integral.
Dicho sistema se complementa con el Hill Assist Descent Control (HADC), una función de ayuda a los descensos, que permite controlar perfectamente y de un modo seguro, el vehículo y su trayectoria en pendientes inclinadas. El sistema puede mantener el vehículo a velocidades muy bajas (3 km/h), aportando control y seguridad en situaciones críticas. Esta función se activa por medio de un botón situado en la consola central.
Además de por sus prestaciones “off road”, dignas de un SUV, el Peugeot Rifter es el compañero perfecto para un fin de semana en la nieve por su interior, totalmente equiparable al de un monovolumen compacto. Su excepcional volumen de carga, que va desde los 775 litros bajo bandeja de la versión cinco plazas a los 4.000 litros bajo techo con los asientos abatidos en la versión larga, puede aprovecharse plenamente y adaptarse a cualquier necesidad gracias a su modularidad y a su diseño extremadamente práctico.