Cierto es que Ford ya ha anunciado que en pocas semanas llegará a los concesionarios de toda Europa un nuevo modelo, el cual no cambiará tanto su aspecto exterior como el interior, que estrenará un nuevo salpicadero, al igual que un motor de 185 CV y 415 Nm de par máximo.

En cualquier caso, el tope de gama actual, de 170 CV y 405 Nm de par, sigue siendo un dechado de facultades, un propulsor muy capaz que equipa a la Transit desde hace poco más de dos años.

Transit gran formato

Sea como fuera, la Transit es un comercial con una variabilidad de gama extensísima y con la opción de optar por variantes con tracción delantera o trasera, dependiendo de la necesidad específica y del radio de acción por el que transitemos.

En el caso de la unidad que probamos, la configuración elegida era una versión kombi de prácticamente seis metros de longitud, con tres filas de asientos habilitada para nueve pasajeros y una zona de carga enorme que en su configuración estándar ofrece una capacidad de 5,5 m3 y que utilizando a modo de un furgón clásico se aproxima a los 11 m3 de volumen.

Así, la parte posterior presenta unas medidas de 1,75 metros de largo, por 1,75 metros de ancho y 1,82 metros de alto. En el caso de retirar la última fila la longitud llega a los 2,60 metros, mientras que, si hacemos lo propio con la segunda, ésta alcanza los 3,25 metros.

Y aunque retirar ambas banquetas no supone mucho tiempo, conviene que se haga entre dos personas, en tanto que no pesan poco cada una de ellas precisamente, de manera que lo podamos hacer con la mayor facilidad posible.

Luego, todas las plazas son bastante amplias -algo más las de la tercera, por aquello de que la fila central deja un pequeño hueco para dejar paso a los “inquilinos” de los asientos traseros-, con lo que en ningún caso se notará el paso de los kilómetros. Además, también la zona posterior cuenta con salidas de aireación para hacer más cómoda la estancia en el interior del vehículo.

En el “debe” tenemos que significar que el acceso al interior no resulta nada sencillo, ya que el piso queda muy alto respecto al suelo -y eso que se trata de un tracción delantera- e incluso quien les escribe -1,80 metros de altura- tuvo que hacer un esfuerzo para subir al vehículo. Menos mal que por lo menos en el lateral del marco de la puerta hay un asidero que ayuda un tanto a pasar al habitáculo.

Por lo que respecta a la zona delantera, todo es conocido, y aunque -repito- en poco tiempo llegará una actualización, el diseño de la Transit que teníamos entre manos todavía resulta actual.

En este sentido, destaca la pantalla central táctil de 6” desde la que se controla, entre otros dispositivos, el navegador. Como quiera que Ford ofrece la posibilidad de integrar el sistema de comunicación y entretenimiento SYNC 3, es posible dar todo tipo de instrucciones mediante la voz, lo que resulta muy cómodo y un gran adelanto desde el punto de vista de la seguridad.

Por otro lado, el cuadro de mandos es muy completo y cuenta con una pequeña pantalla central que recoge todo tipo de información relativa al vehículo.

En cuanto a la posición cara a la marcha, lo mejor que podemos decir es que resulta magnífica en todos los sentidos. A ello contribuye especialmente el hecho de que el asiento del conductor se puede regular eléctricamente, lo que garantiza poder encontrarla fácilmente -también el volante se ajusta en altura y profundidad-. Si a esto le sumamos que cuenta con unos espejos retrovisores partidos en dos -para controlar el ángulo muerto- de gran amplitud, el control que llevamos sobre la conducción es total en todos los sentidos.

Por lo demás, señalar que la cabina es realmente espaciosa y dispone de varios huecos y guanteras -además de un cofre bajo el asiento doble del pasajero- que nos permite distribuir perfectamente todo tipo de enseres sin el menor problema.

Para múltiples utilidades

Antes de comenzar la marcha, destacar que a esta Transit le podemos sacar un gran partido desde varios puntos de vista. Por ejemplo, resulta un vehículo ideal para trasladar a amplias cuadrillas de trabajadores que, además, llevan multitud de herramientas e incluso maquinaria no muy pesada para realizar su trabajo.

Asimismo, puede hacer las veces de minibús para hasta ocho pasajeros -más el conductor-, teniendo en cuenta también que queda un gran espacio en la parte posterior para transportar muchas maletas. Lo único que echamos en falta en este sentido es algún tipo de argolla para poder sujetar la carga de la forma más conveniente.

En marcha con la Transit 

Con  todo, la Transit de nuestra prueba montaba el motor EcoBlue de dos litros de cilindrada de 170 CV y 405 Nm de par, con cambio manual de seis marchas. Un tope de gama que le viene como anillo al dedo a esta unidad, sobre todo cuando vamos a carga máxima. Y aunque no es muy explosivo en su proceder muestra el suficiente carácter para que nos podamos mover con cierta soltura transitemos por donde lo hagamos. Así, a partir de las 1.750 rpm ya podemos advertir un gran empuje, que además se mantiene estable hasta las 2.500 rpm, lo que deja clara la elasticidad de este bloque. Ello nos permite circular con cierta alegría y con total garantía siempre que nos mantengamos en ese espectro.

Además, la relación del cambio está bastante conseguida, de forma que rara vez tenemos la sensación de ir forzados. Un ejemplo: a 100 km/h – la legal en este tipo de vehículo- en 5ª, la aguja del cuentavueltas se sitúa en las 2.000 rpm, con lo que queda un amplio margen en el que los 405 Nm están ‘presentes’ en su totalidad, lo que viene muy bien cuando hay que afrontar carreteras con desniveles más o menos importantes. En 6ª, sin embargo, el tacómetro anuncia 1.650 rpm con lo que en determinadas situaciones tendremos que reducir de relación si no queremos perder inercia.

En cuanto al devenir, hay que reconocer que resulta un vehículo muy firme a pesar de su volumen, que se agarra razonablemente bien en las curvas -la maniobrabilidad es buena-, si bien, lógicamente, el balanceo es algo más alto de lo habitual. En cualquier caso, las suspensiones hacen perfectamente su trabajo, y aunque el tren trasero sea de ballestas, tampoco se nota en exceso en la parte posterior los rebotes típicos en estos casos.

Por lo demás, la Transit Kombi ofrece una dotación muy a tener en cuenta. Así, es posible equiparla con el Paquete Alerta Cambio de Carril y el Paquete Control de Crucero Adaptativo -ver recuadro equipamiento- por algo menos de 1.200 €, dos opciones muy recomendables a nuestro entender. 

DESTACAMOS

• Motor a medio régimen
• Habitabilidad
• Calidad de construcción

MEJORABLE

• Acceso a la zona trasera
• Precio
• Ubicación de algunos mandos

Ficha técnica

EQUIPAMIENTO (Elementos principales y opciones)

Serie: ABS, airbags conductor y pasajero, aire acondicionado, cierre centralizado con mando, controles de tracción y estabilidad, control de velocidad de crucero, equipo de sonido con Bluetooth y USB, faros antiniebla, revestimiento de techo completo, sensores de parking delantero y trasero, volante de cuero regulable en altura y profundidad.

Opcional: Airbags tórax y cortina (550 €); alarma perimétrica (100 €); navegador con Sync 3 (1.700 €); Paquete visón Trend (parabrisas térmico, autoencendido de luces, sensor de lluvia, retrovisores plegables eléctricamente – 200 €); Paquete Alerta Cambio de Carril (alerta y asistente de mantenimiento de carril, parabrisas térmico, control automático de luces largas, monitor de conducción segura, sensor de lluvia y luces – 400 €); Paquete Control de Crucero Adaptativo (control de crucero adaptativo con alerta de alcance, asistente de precolisión con frenada de emergencia, reconocimiento de señales de tráfico – 780 €).

PVP (recomendado con impuestos): 40.960