Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) han valorado de forma positiva esta medida, ya que proporcionará estabilidad al crecimiento del mercado de automóviles, aportando un mayor impulso a la economía española, ayudando al mismo tiempo a rejuvenecer el parque de vehículos (incluidas las furgonetas), que a día de hoy supera los 11 años de antigüedad.
El conjunto de los Planes PIVES tendrá un impacto en la economía española de más de 10.000 millones de euros, debido a la fuerte capacidad de arrastre del automóvil hacia otros sectores. Además, la recaudación fiscal rondará los 5.000 millones de euros, derivados del Impuesto de Matriculación, IVA y otros tributos relacionados con los seguros, financiación, transporte, etc.
Así y todo, esta iniciativa del Gobierno contribuirá a una mayor dinamización del consumo privado, acercando al mercado al objetivo de vender 1,1 millón de unidades en el año 2016. Y es que hay que seguir incrementando el ritmo de matriculaciones de vehículos para descender la edad media del parque, siendo imprescindible en este sentido mantener un mercado por encima de 1,2 ó 1,3 millones de vehículos al año.
Por otro lado, los planes de achatarramiento son una herramienta excelente que proporciona más seguridad a las carreteras y una clara mejora de la eficiencia energética del mercado español. El conjunto de los Planes PIVE supondrá un ahorro de 651 millones de litros de combustibles, es decir, el equivalente a unos 800 millones de euros. Este impulso es muy favorable para los fabricantes de automóviles, ya que aportará estabilidad en las líneas de producción y puede atraer nuevas inversiones.