La fábrica, que dará trabajo a 3.000 personas, tendrá una superficie de 220 hectáreas y, actualmente, ya están en marcha las primeras obras para nivelar y pavimentar la zona. Entre el equipamiento con el contará, destaca un moderno taller de pintura, salas para el montaje de carrocerías y de vehículos, así como un parque de proveedores con áreas de logística. Con todo, se prevé alcanzar una capacidad de producción anual de hasta 100.000 vehículos.
Jens Ocksen, director del Consejo de Dirección de Volkswagen Poznan, ha destacado las ventajas derivadas de la localización de la nueva planta en las inmediaciones de la existente factoría de Poznan, lo que supondrá un beneficio para la compañía a nivel de producción, logística y contratación de nuevos trabajadores cualificados: “Września nos ofrece las mejores condiciones económicas, de infraestructura y de mercado laboral. Su construcción es un elemento clave en la implementación de los objetivos estratégicos y globales de Volkswagen Vehículos Comerciales”, aseguró.
Tras la fábrica de Volkswagen en Poznan-Antoninek, la nueva planta en Września será la segunda localización de producción de Volkswagen Vehículos Comerciales en Polonia, en donde la compañía lleva ya establecida más de 20 años historia. Durante la última década, se han construido en dicha fábrica la Volkswagen Caddy y la Volkswagen Transporter para su comercialización en los mercados de todo el mundo.