Así, los servicios de almacenaje y operaciones en almacén generaron el año pasado unos ingresos de 2.135 millones de euros, mientras que la facturación derivada del transporte y la distribución de las mercancías almacenadas se incrementó un 5%, hasta totalizar 2.365 millones de euros.
Y es que la transformación digital de las empresas ha supuesto que muchas compañías hayan decidido combinar su presencia física con un entorno online. Además, cada vez se automatizan más funciones en las operativas ligadas al sector logístico y del transporte, relacionadas, entre otras, con la descarga de mercancías, su almacenamiento, y su recogida, así como el embalaje y el envío.