En efecto, la primera redacción de la medida hablaba de una prohibición de la venta de turismos y vehículos comerciales ligeros a partir de 2040 mientras que la segunda redacción afirma que “en desarrollo de la estrategia de descarbonización a 2050, adoptaremos las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, (…) reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0g CO2/km. Se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i”.
Con todo, las asociaciones en su conjunto entienden que esta nueva redacción, que descarta una prohibición expresa, va en línea con el trabajo realizado con el Gobierno de cara a diseñar un Plan para la Automoción, con medidas estratégicas que avancen en esta transformación del sector, tanto a nivel industrial como de mercado.
El sector al completo necesita medidas que favorezcan la competitividad industrial, que atraigan nuevos modelos e inversiones y que fortalezcan el mercado de cara a aumentar las ventas de los vehículos más eficientes. Por eso, resalta positivamente estas conversaciones para llegar a un acuerdo marco favorable, que refuerce la competitividad del país en la transición de la movilidad del futuro.
El establecimiento de límites intermedios de cara al objetivo de descarbonización del parque en 2050, como establece la UE y como están comprometidos todos los agentes del sector, supone dar estabilidad y certidumbre, tanto a los fabricantes de vehículos y componentes, como a la distribución y a los compradores.
La sociedad necesita certidumbre y conocer que la transición en nuestro país hacia una movilidad sostenible se hará de un modo ordenado, equitativo, teniendo en cuenta sus necesidades y acorde siempre un calendario realista en cuanto al desarrollo y mejor aprovechamiento tecnológico de los vehículos.
En este sentido, la completa oferta actual de los vehículos nuevos, con todas las tecnologías, juegan un papel esencial en este proceso, ya que cumplen la normativa de medición de emisiones más exigente del mundo. De este modo, los compradores pueden estar seguros de que pueden resolver sus necesidades de movilidad a través de cualquiera de las tecnologías disponibles actualmente en el mercado.