Las patronales sectoriales consideran que las medidas aprobadas, a falta de ver cómo se implementan, podrán contribuir, con mecanismos como la agilización de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTEs), especialmente los definidos por fuerza mayor, la suspensión de cotizaciones o las medidas crediticias con avales públicos, a mitigar el fuerte impacto que esta crisis está teniendo sobre la automoción.
En anteriores crisis, estas medidas de flexibilidad laboral han sido clave para la recuperación del sector y permiten garantizar el empleo a medio plazo.
Al mismo tiempo, las tres organizaciones son conscientes de que la gravedad de la situación obligará a corto plazo a tomar nuevas medidas económicas y sociales, para lo que se ponen a disposición del Gobierno y de los sindicatos para trabajar en aquellas medidas precisas y necesarias para el sector, de tal forma que repercutan positivamente y lo antes posible en la batalla contra la pandemia, en proteger a la sociedad, en el mantenimiento de puestos de trabajo y de la actividad empresarial.
Finalmente, y dada la especial situación a la que se enfrenta el sector de la automoción, las patronales ofrecen su colaboración para desarrollar nuevos planes de medidas que impulsen a toda la cadena de valor y que, de modo urgente, permitan preparar y acometer la senda de la recuperación tan pronto como sea posible.